El fin de una era
Escrito por Ángel Rafael Lombardi Boscán | X: @lombardiboscan   
Martes, 23 de Agosto de 2011 07:23

altNadie puede predecir el futuro con total acierto, aunque es obvio que hay señales en éste momento para indicar que estamos próximos a algo distinto de la llamada “década chavista”. Los signos están ahí presentes: deterioro del país por culpa de una gestión gubernamental mediocre, por no decir, incompetente; envilecimiento de la política bajo la premisa de la descalificación de los adversarios y su apenas reconocimiento; economía en bancarrota por culpa de la corrupción administrativa y un manejo ligero, sin plan ni estrategia, de las finanzas publicas que ha llevado al país a la extraña paradoja de endeudarse en plena bonanza petrolera.

Las protestas callejeras por parte de los trabajadores y estudiantes, permanentes e insatisfechas, son una expresión indisimulada del descontento social. Y es que el salario apenas alcanza para cubrir las más elementales necesidades de salud, comida, ropa, educación y pago de los servicios públicos, que de paso, en el caso de estos últimos, son más que deficientes. El “Proceso” iguala, pero por abajo. El tema de la inseguridad, quizás el más sensible para todos, ha terminado por desbordarse generando zozobra entre una población inerme. La guinda, la delicada posición del Presidente luego de manifestar públicamente su padecimiento de salud, lo cual le disminuye para asumir las responsabilidades del cargo de una forma optima.

Esta situación de anomia, que plantea un relevo en el liderazgo del país, ha sido contestada por los voceros gubernamentales con la misma arrogancia y descalificación ya usual. La cúpula militar, junto a la directiva del PSUV, mas los diputados pro oficialistas alrededor del Parlamento han empezado por desarrollar la tesis de la conspiración interna y un llamado a desconocer a cualquier otra autoridad que no sea la que está vigente. La desesperación, el fin del camino, les ha llevado a profundizar el talante antidemocrático que siempre les caracterizó, y que bien pudiera desencadenar una fase represiva que acabe con el simulacro actual de un Estado de Derecho restringido e imponga abiertamente la Dictadura. Decimos esto porque lo que más se ha escuchado, luego del anuncio de la enfermedad del Presidente, es que es prácticamente impensable, desde la lógica de quienes detentan el control del Estado, permitir que la oposición retome el poder en Venezuela. Esto queda peligrosamente convalidado ante el mutismo cómplice de un CNE que se resiste presentar a los venezolanos el calendario electoral de las presidenciales del próximo año. Como es obvio, la principal baza chavista, ha sido la de lograr el desmantelamiento institucional de la Democracia y con ello imponer un cerco a casi toda la ciudadanía.

El Plan de Destrucción Nacional, iniciado en el año 1998, se está hundiendo por sus propias contradicciones y el extremo egoísmo e incompetencia de sus promotores principales. El gran fiasco ya ni siquiera goza del aval de uno de sus principales ideólogos: Heinz Dieterich, el cuál señaló en una reciente entrevista lo siguiente: La fase de transformación real progresista de la Revolución ha terminado. Ahora se ocupa de la construcción de códigos legales para fantasmas y de promesas que sabe que no va a cumplir.

Director del Centro de Estudios Históricos de la Universidad del Zulia


blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com