Los periodistas venezolanos, comprometidos con la democracia, con la libertad, con la verdad, esa que nos demanda el artículo 4 del Código de Ética como norma irrenunciable del ejercicio de nuestra profesión, no podíamos esperar otra actuación del régimen que la acción represiva que se ha puesto de manifiesto a lo largo de estos diez años contra el periodismo libre.
Pero no entiendo cómo  un periodista  comprometido con la verdad, con la libertad, se enrole en un proyecto de destrucción de la democracia y de la libertad misma, como es éste que encabeza el actual Presidente de la República, que no acepta la verdad y aplica las técnicas de la propaganda nazi cuya principal premisa es la difusión de la mentira repetida hasta la saciedad, para convertirla en verdad.

Si algo choca contra los principios de un Gobierno militarista, autocrático y totalitario, es precisamente la verdad, esa realidad de las corruptelas del  régimen con los dineros públicos, y su sarta de promesas olvidadas de soluciones a los graves problemas de la colectividad que ponen en evidencia la incapacidad de un gobernante en medio de la más descomunal riqueza que la República haya podido obtener a lo largo de toda su historia. 

Y lo peor, participar en una comparsa como la que han armado en estos momentos un grupo de periodistas afectos al régimen, con la antipatriótica, antivenezolanista, antigremialista y criminal empresa de acabar con la ley del Ejercicio del Periodismo, y en lugar del Colegio Nacional de Periodistas, plantean fundar una Asociación Venezolana de Comunicadores que incorpore tanto a periodistas profesionales como a eso que ellos llaman comunicadores alternativos y comunitarios, que, por cierto, yo no sé con qué se come eso, con la misión, según los proponentes, de buscar aliados para "hacer valer la ética y, en consecuencia, la verdad".

¿Habráse visto desvergüenza más grande?. ¿De cuál ética estarán hablando y de cuál verdad? De la que esconden en los noticieros del canal del Estado, en los cuales jamás aparecen las justas y democráticas protestas de los distintos sectores del país, vecinos, profesionales, trabajadores y empleados públicos, exigiendo soluciones a sus problemas.

(*): Periodista. Fuente: La Verdad