La operación por mampuesto siempre ha sido la táctica de quienes no osan responsabilizarse por sus acciones o bien de quienes no están dispuestos a que se les vea la oreja, lo cual podría ser una manera de anotarse en el primer grupo. El caso es que, desde que el proceso chavista está en marcha la constante ha sido culpar a la oposición de aquello que se tiene en mente hacer. Después de todo, ¿no es cierto que el que pega primero pega dos veces? No es extraño, entonces, que con un colapso eléctrico en puertas, ya se esté montando la olla para sancochar en ella a los agentes opositores suficientemente incómodos como para cargarles el sanbenito de saboteadores.

Esta es otra de las caras siniestras del régimen que muchos, sorprendentemente, no atinan a ver o prefieren ignorar. No por ello es menos nefasta y peligrosa. Hay registro de los venezolanos que han pagado y siguen pagando el precio de haber sido involucrados en supuestos magnicidios con el único fin de sacarlos del juego. ¿Cuántos no han sido señalados de políticos presos cuando en verdad son presos políticos? Los comisarios de la PM fueron acusados de los disparos que salieron de las armas de francotiradores oficialistas agazapados en Puente Llaguno. Las acusaciones infundadas y órdenes de captura preceden a la huída del país de muchos compatriotas que hoy engrosan la lista de exiliados. Pero los motivos detrás de la persecución se esconden detrás de una bien armada conspiración contra la disidencia.

Lo mismo pasa contra los medios críticos e independientes, sobre todo aquellos que van quedando después de la debacle de confiscaciones, claudicación y autocensura. Todo se disfraza de violaciones a la ley, delitos inexistentes, acumulación de averiguaciones y hasta la "sospecha" de golpes que se cocinarían en las salas de redacción. No se puede propinar un zarpazo a los medios al estilo gorila de vieja escuela, pero sí un buen arrebatón disfrazado de reivindicación popular que rescata el espacio redioeléctrico. De la misma manera se procede contra hectáreas de fertilidad restadas a la productividad y ganadas para el ocio y la destrucción. Igual las expropiaciones que han dejado al país sin industria, sin talentos, sin horizonte y sin ganas.

Por mampuesto viene decomisando libertades, desmantelando instituciones y deshilachando todo lo que funciona en este país. Por mampuesto y desde Miraflores teledirige a los poderes que no tienen problema en sometérsele; y por mampuesto pretende imponer un Estado chavista recubierto de una pelambre "comunal" cuya única razón es despojar de poder a quienes —gobernadores y alcaldes— han sido electos de manera legítima y directa por el mismo pueblo que en mala hora una vez creyó que respetaría sus libérrimos designios.

Por mampuesto ahora, sin dar la cara como siempre, delinean la nueva canallada cual es culpar a la oposición del desastre eléctrico. Ojo avizor, que trae cola... por mampuesto.