Siempre digo que la política es un arte que se debe practicar con las neuronas y no con el corazón.

Desde las 7 de la noche de este domingo 19 de junio estoy viendo comentarios en las redes sociales que apuntan como una catástrofe el triunfo del comunista Gustavo Petro en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia. En ese proceso pasó lo que en las últimas dos semanas antes del 19 de junio 2022, venían anunciando las distintas encuestadoras. Y aunque Petro es un tipo poco de fiar y decidido a emprender cualquier cosa para desestabilizar a Colombia, los mecanismos constitucionales de ese país están consolidados, que  no permitirán que ocurra algo similar a lo de Venezuela. 

Por ejemplo, en las elecciones legislativas realizadas en marzo 2022 arrojó como resultado que la Cámara del senado quedó integrada de la siguiente manera: el partido conservador obtuvo 16 curules, mientras que el Centro Democrático de Álvaro Uribe obtuvo 14 senadores, que suman 30 en total. Por su parte los comunistas y Petro obtuvieron 16 senadores. El partido Liberal ganó 15 senadores y la Alianza verde en unión con Centro Esperanza 14 senadores. Según estos números la Cámara del Senado de Colombia estaría conformada por 75 Senadores, de los cuales, como pueden observar, los comunistas de Petro solo tienen 16. 

Y es a partir de esos números que aseguramos que el caso de Colombia no es igual, ni siquiera parecido al de Venezuela. Y que Gustavo Petro solo avanzará en planes destructivos solo en la medida que la derecha colombiana lo deje. Para que Gustavo Petro promueva o apruebe cualquier reforma constitucional para destruir el sistema como lo hizo Chávez en Venezuela, necesitaría un mínimo de 50 senadores que representan dos tercios de la Cámara. Pero como dijimos, los 16 senadores del partido Conservador con los 14 del partido de Álvaro Uribe suman 30 que representan mas de un tercio de la representación, y que son los votos mas duros contra el comunismo en la cámara del Senado colombiano.

Y aunque en el sentido figurado que Petro logre convencer a los senadores del partido Liberal y los de Alianza verde, solo alcanzaría 45 votos, 5 menos de los dos tercios que se necesitan para cualquier reforma constitucional.  Sin embargo, sobre los senadores de estos partidos es importante hacer algunas consideraciones al respecto. Por ejemplo, el partido Liberal que obtuvo 15 Senadores, es como Acción Democrática de Venezuela, donde hay militantes de derecha, izquierda y centro, empresarios ny obreros. Es el partido de Gaitán, quien en vida fue muy amigo de Don Rómulo Betancourt. La votación Liberal en las chiquitas se pudiera dividir, tal como ocurrió en las elecciones presidenciales de 2018 cuando la mitad de la dirección nacional decidió votar con Gustavo Petro y la otra mitad con Iván Duque, y ahora nuevamente en 2022, cuando los que tienen debilidades izquierdistas votaron con Petro otra vez. 

Mientras que los de la Alianza verde en unión con Centro Esperanza que suman 14 senadores, indica que en esas dos alianzas hay de todo. Es una mezcla de soñadores que aspiran ver un dia al planeta tierra libre de toda contaminación, y como es sabido, el país que mas destruye la capa de ozono es China gobernada por comunistas, por eso a la hora de discutir cualquier apoyo a Petro muchas cosas pudieran pasar al momento de votar. Este panorama daría mucha fortaleza al poder representado por la Cámara del Senado, que sumado a la fortaleza del poder judicial, frenarían cualquier arrebato de Petro para desestabilizar la democracia colombiana. Esta fortaleza institucional estaría respalda incondicionalmente por unas Fuerzas Armadas colombianas que tienen 64 años combatiendo a las guerrillas de Petro y sus compinches asesinos. 

En ese sentido es importante precisar que en el Poder Judicial de Colombia no existe la Cecilia Sosa de Venezuela que autorizó en 1999 un referendo que no estaba contemplado en la Constitución de 1961, como tampoco las Fuerzas Armadas Colombianas son iguales, ni siquiera parecidas a las montoneras que controla Padrino López en Venezuela. Es mas, así como considero desde ya que Petro no podrá reunir los dos tercios del Senado, pudiera presentarse la situación que Petro tampoco alcanzara en algunas ocasiones los 38 senadores que representan la mitad mas uno para votaciones ordinarias que pudieran presentarse y tendría que negociar la votación con el resto de los partidos.

Igualmente en esas lamentaciones de rincones, algunos venezolanos también hablan del posible regreso de Lula a la presidencia de Brasil, cosa que no es descartable por lo que indican las encuestas. Pero es que ya en 8 años de Lula y 4 de Dilma, no pudieron acabar con la institucionalidad en Brasil, y prueba de eso fue el triunfo de Jair Bolsonaro. Como en México el tal López Obrador no ha podido destruir a México desde 2018 que ganó las elecciones ni podrá hacerlo en lo que le falta hasta 2024 que termina. En ambos países la institucionalidad funciona. Tampoco el fumón de yerbas malas, Gabriel Boric, podrá doblegar a las Fuerzas Armadas Chilenas que preparó Augusto Pinochet para luchar contra el comunismo.

Ahora bien, y en honor a la verdad. Los venezolanos en lugar de estar gastando energías comentando sobre lo que hacen los chilenos al elegir Gabriel Boric, a los colombianos por haber elegido a Gustavo Petro y si los brasileños eligen a Lula o no; lo que deben es sumar esfuerzos en una verdadera alianza para enfrentar a la corporación criminal que tiene secuestrada a nuestra Venezuela. Es necesario que se recorte la declaradera en los medios de comunicación diciendo cualquier cantidad de cosas que en 23 años no han conducido a nada, y se designe un comando de UNIDAD sin exclusiones, donde una comisión diplomática recorra el plantea y hable con todos los gobiernos democráticos del mundo, le plantee la situación venezolana y solicite toda la colaboración posible, incluyendo presión contra el régimen madurista que permita la transición y  créditos para el financiamiento de la causa que serían revertidos inmediatamente que se recupere la democracia en nuestro país.  

|*|: Columna “Nuestra óptica” | CNP: 569