El 21 de junio de 2009, junto con el ministro Samán y el embajador chino Zhang, el mundo entero conoció de la existencia de un sector privado pujante, comprometido, responsable. Anduve con Samán, con el embajador y con el Presidente pa’rriba y pa’bajo.
Carajo, Alejandro Ud.

resultó un fraude.

­¿Cómo dice, Semtei? ­Señor Uzcátegui, tanto que habló y habló del nuevo tipo de empresario: solidario, sensible, honrado, comprometido con el socialismo y terminó igualito que los pillos de la IV República, refugiado en Curazao, en Costa Rica y en Miami. ¡Qué pena con el vecino de Miraflores que ahora dice que no lo conocía ni de lejos! ­Que no me conocía, pamplinas, cené en varios encuentros con el mismísimo. Programas de radio en RNV y entrevistas en TVES y VTV hay para regalar. Me llevaban como muestra de que el gobierno tolera y respeta al sector empresarial privado. Me usaron como mampara, como títere, como payaso. Viajé en misiones a China, Canadá, Argentina, Brasil, España, Rusia. ¿Que no me conocía? ¡Ni así es quesiqués! ­¿Y entonces por qué lo lanzan por un despeñadero? ­Una vulgar trampa de Fidel Castro. Una maniobra vil de los cubanos. Fíjese usted, y le agradezco que lo publique en nombre mío y de mi familia, Castro convenció al comandante-Presidente de que la existencia de un sector privado asociado al Gobierno era un obstáculo insalvable para la construcción del socialismo revolucionario y marxista, en el cual por cierto yo no creo para nada, yo soy un hombre del socialismo de Brasil, España o Suecia, y en su último viaje a Cuba diseñaron el plan de liquidación del sector privado chavista, en este caso de Empreven. Es más, ya habíamos formado Emprealba con empresarios de Ecuador y Bolivia. A los Castro les pareció un disparate simplemente porque en Emprealba no entraría ningún empresario cubano.

Yo fui el personaje más importante en dos Aló, Presidente, asistí a muchos, pero en dos de ellos fui la estrella.

El 21 de junio de 2009, junto con el ministro Samán y el embajador chino Zhang, el mundo entero conoció de la existencia de un sector privado pujante, comprometido, responsable. Anduve con Samán, con el embajador y con el Presidente pa’rriba y pa’bajo. En otra ocasión, en el número 171 desde Tinaquillo, el Presidente habló conmigo. Recuerdo que me preguntó: ¿Cómo estás Alejandro? ¿Cómo está tu gente? Es que Hugo Rafael es todo un caballero. Malos son los cubanos y los ministros venezolanos. Por cierto, ponga también en la entrevista que hay varios ministros, diputados y gobernadores que recibieron billete del bueno de mis empresas, que me la deben y si me provocan mucho echo los cuentos. Y los vengo ayudando antes de que Chávez llegara al Gobierno.

­¿Puedo preguntar quiénes? ­Búsquelos en Internet. Es más, escriba que si fuera cierto que yo soy un pillo, o que Arné es vagabundo, o que Fernández Berrueco es un truhán, que diga quiénes fueron los funcionarios que del lado del Gobierno facilitaron las tropelías, quiénes los que depositaron billones en los bancos intervenidos, quiénes repartieron contratos, quiénes aprobaron los pagos, quiénes nos dieron dólares preferenciales.

Allí está el pobre Arráiz, tres años preso por supuestos chanchullos en Cadivi, pero del Gobierno no hay ni un indiciado. Como usted dijo al principio de esta conversación, fraude, no joda, fraude es el Gobierno. No iba a saber la Disip, el DIM, el Cicpc, el contralor, la fiscal, los diputados, los ministros de la millonada de dólares que ganábamos y sobre todo repartidos a ¡ministros, gobernadores, alcaldes y diputados! ¿Y de ellos? ¡No hay ni un preso! Escriba allí, el nuevo negocio: 15% de las compras y contratos de electricidad. Fraude, yo te aviso.

Y voy pegao.

El Nacional