Encumbrado en el poder, el Teniente Coronel ha perdido la capacidad de entender las necesidades y expectativas de la sociedad. Al contrario, subestima al pueblo venezolano al asumir que este año puede hacer todas las tropelías y el próximo, disfrazarse de manso corderito y sacar unos churupos a la calle para ganar las elecciones. Hoy, ante el avance de las fuerzas democráticas y el deterioro del gobierno, es previsible mas arbitrariedad y mayor represión, a eso responden los anuncios del Teniente Diosdado Cabello sobre más cierre de medios y nuevos procedimientos contra Globovisión. Es simplemente miedo, no saben cómo silenciar la protesta y creen que pueden hacerlo amedrentando al país. Craso error.

Chávez piensa que para ganar en el 2010 es suficiente con el grosero ventajismo, con utilizar los dineros del pueblo para hacer campaña y con repetir el cuento del "amor" que inspira a la "revolución", confía en la frágil memoria colectiva del país. Ciertamente eso le ha funcionado hasta ahora, como puede funcionarle varias veces al marido que -aprovechándose de la nobleza de su mujer- la maltrata o la engaña y después siempre le viene con la misma cotorra. Pero todo tiene un límite, la gente se cansa y llega el momento en que esa mujer no le cree "ni el Padre Nuestro de rodillas". Hasta en sectores que han simpatizado con el Teniente Coronel, se rechaza profundamente la intolerancia, el abuso, la persecución contra mandatarios de oposición, el cierre de medios, la Ley de Educación, la "guerra" con Colombia, etc. A esto se suma la evidencia de un gobierno cada vez más corrupto e incompetente, incapaz de resolver los problemas reales de la población, los cuales -por supuesto- ya nadie cree que existan por culpa del imperialismo yanqui, la CIA, la oligarquía, la IV República, Bush o cualquiera otro que la cháchara presidencial responsabilice de su fracaso.

Consciente del profundo deterioro del gobierno, las fuerzas democráticas anuncian que ganarán las elecciones parlamentarias. Es decir, el momento de "pasar la factura" será el 2010, aunque de aquí a allá debe haber y habrá una férrea protesta ciudadana en defensa de nuestros derechos y libertades. El 2010 está "a la vuelta de la esquina" pero derrotar al régimen depende en gran medida de que pueda presentarse una propuesta electoral unitaria e incluyente, con tiempo suficiente para que pueda consolidarse como una real alternativa de cambio. Los partidos no pueden seguir evadiendo el tema electoral, ni algunos factores de la "sociedad civil" pueden seguir descalificando el debate candidatural, propio del espíritu democrático que anima al grueso de las fuerzas opositoras.

La unidad no puede ser retórica, ni se resuelve con una foto, urge dotarla de una expresión electoral concreta que cohesione a la oposición democrática. Mañana puede ser tarde. Propuestas como la Tarjeta Única y las Primarias no pueden ser despachadas con ligereza. Deben debatirse con madurez y responsabilidad. ¿Cuál es el miedo?

(*) Dirigente del MAS / Vicepresidente ANR del Colegio de Ingenieros de Venezuela.