La violencia oficial se desató esta semana en distintas formas contra el pueblo venezolano, mientras el Presidente de la República guardaba silencio y se lavaba las manos. A las manifestaciones cívicas y eminentemente pacíficas, el gobierno de la revolución bolivariana respondió con la fuerza policial represiva contra quienes denunciaban la Ley Orgánica de Educación aprobada por la Asamblea Nacional. Como cualquier régimen despótico, el gobierno bolivariano volvió a sacar a sus pandilleros amaestrados. Doce periodistas de la Cadena Capriles fueron salvajemente agredidos por las hordas, sin que el presidente Hugo Chávez Frías diera la cara. La política de “arrasar al adversario y de pulverizarlo” tomó, otra vez, las calles de Caracas. Una política cobarde, que traduce el gran temor que siente el Gobierno cuando el pueblo sale a la calle.  

Con la aprobación de una Ley de Educación autocrática, remedo de la legislación cubana que convierte la enseñanza en un instrumento de adoctrinamiento político, Chávez Frías debe saber que ha entablado un duelo contra la sociedad democrática y pluralista de Venezuela, que no cesará hasta tanto no renuncie a sus proyectos totalitarios. Chávez le ha lanzado un desafío a los padres y a los maestros, y deberá tener la respuesta que merece. Esta es una ley contra la familia y contra la sociedad, un proyecto que busca hacer de los venezolanos  algo semejante a lo ocurrido en Cuba, un país que se dedica a exportar su capital humano, a su propia gente, porque allá no tiene cabida. 

Una de las grandes reivindicaciones de la historia de nuestro país, vigente desde diciembre de 1958, como es la autonomía  universitaria, acaba de ser condenada por la ley orgánica aprobada por la Asamblea Nacional. Ahora comenzará el Gobierno sus perversas maniobras para socavar las universidades, ocupándolas con sus agentes. Nadie puede dudar de lo que ha sido una constante en Venezuela: las universidades podrán ser ocupadas, pero los universitarios combatirán hasta el final, como siempre lo hicieron en 1928, en 1936, en 1958 y en 1969. Chávez se ha buscado una derrota, y será derrotado por el movimiento estudiantil, que defenderá su derecho al futuro y a una educación libre y plural. 

La violencia oficial se encarnizó esta semana contra los intereses de Venezuela al pactar una negociación con la presidenta de Argentina, Cristina de Kirchner, por 1,1 millardos de dólares, para la importación de alimentos. Según el pobre sofisma oficial, la negociación garantiza “la seguridad alimentaria” del país. Sin embargo, es claro que esta operación no tuvo otro propósito que dañar mortalmente a los productores venezolanos y, en general, al sector privado de la economía, puesto que los entes oficiales son los únicos participantes de las negociaciones. Es la aplicación rapaz del “socialismo del siglo XXI”, cuya meta es la ruina de la nación. Con estas políticas y el cierre de las fronteras con Colombia, el gobierno bolivariano condena al desempleo y al hambre a los miles de venezolanos que residen en el occidente, desde el Zulia y los Andes hasta los llanos. Contra ellos, en particular, está dirigida la operación argentina. 

La violencia oficial adquirió otras formas. Una de ellas, la Ley de Procesos Electorales, que pone el juego en manos del CNE y, por consiguiente, del presidente de la República y de sus intereses personales. Se trata de una ley retrógrada, que nos remite a la época de Juan Vicente Gómez. 

La violencia oficial se tradujo en la donación de 50 millones de dólares a una isla, mientras las madres venezolanas son sometidas a la humillación de peregrinar de hospital en hospital, en busca de uno donde puedan, finalmente, dar a luz. Esta es la sensibilidad social del régimen bolivariano y de su líder, luego de diez años de demagogia, en los que ha prometido salud para todos.
Contra las políticas oficiales de retaliación y represión, contra la aprobación de leyes autocráticas y discriminatorias destinadas a establecer el llamado “socialismo del siglo XXI”, la sociedad reaccionó en todo el país y reaccionará sin descanso, hasta derrotar un proyecto incompatible con las aspiraciones del pueblo  venezolano.

¡Contra la represión oficial!
¡Por la libertad de expresión!
¡Por la vigencia del Estado de Derecho!


Movimiento 2D / Democracia y Libertad
Caracas, 16 de Agosto de 2009