Este 15 de noviembre se cumplen 200 años del fallecimiento del General José Antonio Anzoátegui, el héroe epónimo de nuestro estado,

uno de los mayores forjadores de la libertad de nuestra amada nación. 

Este Bicentenario que conmemoramos, al recordar la memoria de este ilustre barcelonés, nos debe llamar a la reflexión, al análisis y al entendimiento de nuestro papel actual. 

Hace 200 años atrás, en plena Guerra de Independencia, no solo de Venezuela sino de la América toda, fallece este gran guerrero, este héroe de la Batalla de Boyacá, muere un hombre que lo dio todo por una Venezuela libre. 

Hoy, tantos años después, los hijos de la Venezuela actual y de todos los países bolivarianos, debemos librar una nueva batalla por la libertad de nuestros pueblos, una nueva batalla por los valores que nos heredaron nuestros padres libertadores. 

Hace 200 años Anzoátegui, en los campos de pólvora y sangre, luchó por construir una sociedad de hombres libres, lo dejó todo en las refriegas del combate y las faenas ensangrentadas para que los hijos de América no tuviésemos que arrodillarnos nunca más ante ningún tirano extranjero ni local. 

¡Levantémonos! Sí, de la misma forma que se levantaron los fundadores de nuestras naciones. Pongamos nos pie, miremos al horizonte y reivindiquemos las gestas de los liberadores. 

Este Bicentenario, en Barcelona y en todo el estado, vamos a rescatar las banderas de la lucha libertaria, vamos a consolidar ese pensamiento que nos dio identidad y que nos elevó a ser el país que dio el ejemplo libertario para todo un continente. 

Levantémonos, reflexionemos, analicemos, y luchemos con la misma entrega, pasión y fortaleza, como los hicieron Simón Bolívar, José Antonio Anzoátegui, Antonio José de Sucre, José Antonio Páez, Santiago Mariño, y tantos más. 

En este Bicentenario alcemos nuestras voces para decir que nuestra tierra tiene futuro. En este Bicentenario, mientras echamos nuestra mirada al pasado, mientras observamos los sacrificios del ayer, reavivemos nuestro compromiso para con el futuro del estado y de nuestra nación. 

El General Anzoátegui peleó montado en un caballo y con espada en mano por los venezolanos que vinieron detrás de él; ahora nosotros, tenemos que pelear, por otros medios y con otros procedimientos, por esos niños, por esos jóvenes, por esos bebés nacidos y por nacer, que esperan que nosotros le leguemos una nación libre, prospera y con dignidad. 

Este 15 de Noviembre, con toda la solemnidad del caso y con los parámetros del protocolo, vamos a rememorar la vida, obra y gesta de un hombre al cual es digno de imitar, un general que luchó por la civilidad de la América toda, un guerrero que luchó para que las siguientes generaciones no tuvieran que vivir como esclavos. 

Este Bicentenario de Anzoátegui no es sólo para recordar sino para construir, para mirar hacia el mañana y tomar la misma decisión de José Antonio tomó: ¡Darlo todo por la libertad!

¡Por Anzoátegui… sigamos su ejemplo!