Paul Parrella: De la naturaleza busco preservar algo etéreo
Escrito por María Laura Chang   
Domingo, 17 de Febrero de 2013 20:07

altEl joven pintor venezolano explica cómo en su obra confluyen elementos naturalmente fugaces y caracteriza su preocupación por el presente. Deja entrever su rechazo hacia las políticas de Estado que afectan la cultura y se define existencialista


La palabra nutrida de Paul Parrella se escucha a pesar de los ladridos de los guardianes de su albergue. Su voz, y las emisiones musicales de la radio sobre el escritorio, se fusionan para crear una amena estela en su taller, que lleva tres años en construcción. Sus obras se apilan contra la pared, algunas protegidas con plásticos y otras esperando ser acariciadas por la pintura que inunda el cuarto. Se encuentra en los Altos Mirandinos, pero esta mañana el frío se ha portado bien. Antes de percibirlo, los sonidos imperan y el jazz se complementa con el cantar de las aves.

La naturaleza es una pieza importante en la vida de Parrella. Él consiguió la manera de adueñarse de un pedacito de ella. En sus Anotaciones (sobre luz, sobre agua, sobre nubes) se evidencia un profundo interés por la fugacidad. “De la naturaleza busco preservar algo etéreo, algo que es fugaz, algo que desaparece en un instante. En este caso las nubes, la propuesta de color en un charco de agua, las sombras reflejadas en el piso. Lo que hace que esa imagen sea verdaderamente tuya es el coincidir con ese universo confabulado de situaciones en ese tiempo y en ese espacio que te hacen testigo activo de los cambios sutiles de la naturaleza”

¿Qué es luz y qué es sombra?

-La luz es lo que nos hace visible el mundo- comenta Paul- Lo rico de la luz es que no es un elemento único ni de características permanentes. Está condicionado por una cantidad de factores que cada vez que se presentan, lo hacen de una manera distinta, sutil y particular, que altera totalmente la experiencia de contemplación ante un objeto. La sombra es todo lo contrario, tiene la capacidad de aislar en la experiencia visual pero, al mismo tiempo, de alterarla. La sombra no existe, la oscuridad no existe. Sombra y oscuridad no es otra cosa que una manera de definir la ausencia de luz. Como el calor y el frío, no existe el frío sino la ausencia de calor.

altPero tú lograste resaltar una sombra…

-Registrar una sombra – aclara el artista, con su hablar casi pedagógico - Algo que está allí y es un universo fugaz que al mismo tiempo te permite relacionarte con una serie de formas. Éstas parten de un hecho concreto pero, contemplando su proyección, puedes establecer un sistema de relaciones totalmente distinto al hecho original. Aún cuando esa sombra venga de un árbol y el árbol posea una forma y una silueta específica, cuando está allí proyectada, deformada por el ángulo, lo que ves puedes relacionarlo con muchas cosas. Igual pasa con las nubes.

Percibir la obra de Parrella es como el juego de niños en el cual se buscan figuras en las nubes antes de que se desvanezcan. Provoca asomarse a ver el cielo, ver la calle e identificar lo que pronto desaparecerá. Es como Platón y el Mito de la Cavernas - explica dispersamente -porque aún cuando en las nubes no estás contemplando una sombra, ves una silueta que transita delante de tus ojos y tú estableces el sistema relacional del que hablaba Platón. Recuerdas algo. Eso que está allí, sea nube o sea sombra, no describe un oso, pero se te parece un oso porque lo relacionas con la imagen del oso que recuerdas.

El arte como fenómeno individual permite que el creador se exprese desde lo más íntimo, saque sus sentimientos desde lo profundo y los materialice en una obra ¿De tu mundo interno qué reflejas al pintar?

-En el estudio de lo fugaz – enfatiza el pintor - hay una preocupación por vivir el día a día. A través de mi obra se manifiesta una inquietud humana de caer en conciencia de nuestro elemento transitorio. Somos individuos transitorios y todo aquello que se nos presenta puede pasar de largo sin darnos cuenta porque estamos enfocados en el pasado o en el futuro y aislamos nuestro presente en función de lo pasado o lo futuro. Esta obra manifiesta una preocupación por estar atento a ese presente.

El profesor Parrella

Cumaná, 1980. Paul Parrella nació en una familia multicultural. De niño no sólo recibió el cuidado y la protección, sino las herramientas para crear una identidad y la formación de valores que lo caracterizan. Cuando tenía quince años decidió venir a Caracas porque los artistas en las provincias no suelen tener muchas oportunidades. Los suyos lo apoyaron emocionalmente pero aquí debió acompañar sus estudios con un trabajo. La primera oportunidad se le presentó a los veinte años y consistía en dar clases. Descubrió entonces, una nueva carrera que lo apasionó de inmediato. Desde ese momento, y de manera ininterrumpida, desarrolla simultáneamente la docencia y la pintura.

 ¿Considera que las políticas culturales de gobierno han afectado a la nueva oleada de artistas?

-Muchísimo - advierte  el cumanés - No se ha visto una postura cultural clara en el país. Las instituciones destinadas a formar nuestro sentido de pertenencia, nuestros valores culturales, están siendo destruidas. No saben qué hacer con el hecho cultural. Han estado avocados al problema social pero, por otro lado, destruyen un universo que ya existía exitosamente: los museos de acá. Los museos no han sido respetados como instituciones para formar la cultura, sino que han sido usados como espacios para determinados proyectos con una visión particular, conveniente a una visión política y no de cultura.

El creador se ha destacado en exposiciones tanto individuales como colectivas. Justo ahora está en el Museo Alejando Otero con su “Materia Flotante” y en el Museo de Arte Contemporáneo con algunas obras en una muestra colectiva. Él agrega que ambas invitaciones provienen de curadurías particulares y que no son proyectos de política de Estado sino de departamentos de  investigación.

-Hay excepciones entre los proyectos políticos – explica el licenciado en artes plásticas sobre el tema- algunos han tenido tino en el desarrollo de sus propuestas. Yo he estado como en una media, aunque estoy en contra, cuando veo que hay un proyecto serio de parte de una institución que está bien documentado, bien planteado y bien presentado, trato de convivir con ello, ya que esas instituciones están allí para cumplir un rol.

La fe no perece

Cuando refiere su credo religioso, el artista señala que también está en una línea media y destaca - No llego al plano nihilista, de decir que Dios no existe, pero si llego al plano donde toda la responsabilidad de existir y todo el hecho de tus acciones son tuyas, no deben responder a un universo de normas creadas para establecer relación con lo divino sino a un universo de relaciones éticas. Más que ser un individuo religioso, hay que ser un individuo ético.

La charla filosófica existencialista culminó. Por fin se detuvieron sus manos que durante la tertulia acompañaron con ritmo cada idea. Parece que ellas sólo se calman cuando sostienen un pincel, o en el mejor de los casos, una botella de excelente ron. Lo toma seco y de a poco.  Naturalmente, la conversación se hizo etérea.

@Marilachang

(*): La entrevistadora es estudiante de Comunicación Social de la UCV


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