Luego de las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre donde la oposición le ganó al gobierno con 5.642.553 votos, sobre 5.399.547, ya comienzan a prepararse los aperos para la gran batalla que se escenificará en los comicios de diciembre del 2012 en los que se elegirán al nuevo presidente de la República.

El gobierno sigue desconcertado, se escuda en que obtuvo 98 diputados por encima de los 67 que sacó la Mesa de la Unidad Democrática y el PPT, gracias a la reforma de la Ley Electoral que hizo la Asamblea Nacional, con sólida mayoría chavista en el 2009, por el craso error de sus adversarios de llamar a la abstención y regalarles ese importante foro público, en una maniobra, nunca explicada, donde la voz cantante fue la del secretario general de AD, Henry Ramos Allup, secundado por un grupo de banqueros y destacados dueños de medios de comunicación social.

El gobierno está dando pasos firmes para aprobar un conjunto de leyes orgánicas en esta administración de la AN, en la que cuentan con los dos tercios de la misma, que no podrán ser modificadas en el Parlamento entrante. Asimismo se aprestan a designar a 11 magistrados principales y 34 suplentes del Tribunal Supremo de Justicia.

En el seno del PSUV se ha desatado una guerra a cuchillo en su Dirección Nacional, que en definitiva Chávez resolverá, pero sobre todo en las regiones donde perdieron como el caso de Zulia, Táchira, Nueva Esparta, Anzoátegui, Sucre, Miranda, Carabobo y Amazonas.

La presión de los aspirantes ante la inminencia de las elecciones de concejales, alcaldes y gobernadores, que teóricamente serían las primeras en el 2011 y las segundas junto a las de presidente, es muy grande. No es de extrañar que Chávez decida posponer unas o dividir las otras, como hizo la oposición en 1998. El CNE para ello estará como los Boy Scouts.

Chávez intentará acorralar a la oposición acusándola de ser un polo dominado por la ultra derecha. De hecho este domingo en “Aló, Presidente” bautizo a la MUD, como el Movimiento Ultra Derechista. Por allí van los tiros. Él sigue siendo el pueblo y los otros el reverso de la moneda.

La oposición sigue embriagada en su triunfo. Con una particularidad. No ha dado ninguna demostración de que su dirección quiera combatir. Y esa cola es muy larga. Los viejos atavismos siguen prevaleciendo en sus conductas políticas, acostumbradas a la negociación, el cabildeo, que ya Chávez ha demostrado y reiterado que no hará.

Más de uno ha pensado, como el periodista Miguel Salazar, que esta semana abrió su semanario con esa “bomba”, que algunos dirigentes, sobre todo de AD, estaban tratando tras corrales de que les metieran unos magistrados en el Tribunal Supremo de Justicia; así como otros manejos oscuros y laberínticos que conforman una larga lista, que por cierto hago el ejercicio de enumerarlas en mí próximo libro que será editado en el mes de noviembre “Historias de Invasiones y Golpes de Estado”. El subtítulo de la portada del semanario “Las Verdades de Miguel” es sugerente. “La oposición pomarrosa”, los llama.

Modestamente no he podido entender cómo la MUD ha permitido que en vez de pelear para hacer efectiva la inmunidad parlamentaria que le concede la Constitución y las leyes a los diputados José Sánchez “Mazuco” y a Biagio Pirelli, se hayan conformado dócilmente a que les cambiaran la prisión, por la casa por cárcel ¿Qué es eso? ¿Quién busca certificados de buena conducta, ante un descaro de ese tenor? Igual ha ocurrido con la medida arbitraria tomada con el Registro Militar. Tuvo que ser el propio PSUV, por boca del diputado Juan Mendoza, presidente de la Comisión de Defensa de la AN, quien, seguramente obedeciendo instrucciones de Miraflores, dijera que iban a modificar la Ley, que no habían penalidades y que éste era permanente y sin fecha tope, ante el profundo malestar que esa medida causo en la población. Hasta el mismísimo Chávez criticó el domingo esa pifia. ¿Qué pasa? ¿Dónde están los diputados opositores que se rasgaron vestiduras en la campaña electoral y se autovaloran como “aguerridos”?

Si la oposición sigue por ese camino, no le endoso la ganancia. Chávez no entiende ese mensaje “light” y actuando de esa forma siempre ha sabido doblegarlos. No se olviden que ahora es cuando comienza la gran batalla.

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