Del califato biométrico |
Escrito por Luis Barragán | X: @luisbarraganj |
Lunes, 01 de Septiembre de 2014 02:50 |
Del califato biométrico
Luis Barragán
Los controles biométricos dejan atrás el rústico y cotidiano cartón de racionamiento, acarreando una extraordinaria inversión, la que muy bien convendría destinar al aumento de la producción agropecuaria y agroindustrial para saciar el hambre de la población. Portadores de la cédula de identidad más insegura del mundo, susceptible de una rápida falsificación, mientras que otros países formalmente más pobres la exhiben con el blindaje adicional que autoriza un chip, el gobierno venezolano se atreve al masivo ensayo tecnológico, aunque en forma titubeante y temerosa de lo que puede convertirse en un genial negocio para sus implementadores.
Huérfano de toda explicación, Nicolás Maduro asegura que la población aplaudirá la ocurrencia. Por menos que eso, las consabidas y hasta artesanales listas, añadida la que prohíben a numerosos ciudadanos abordar un avión de la empresa no tan obviamente aérea del Estado, pues, igualmente sirve para proyectos que muy poco tienen que abonar a su objeto social, llevan a la sistemática persecución de toda disidencia, por ligera que sea.
Lo peor es que el oficialismo alega que, tales controles, aseguran la justicia social partiendo de la premisa de la venezolanísima estantería hogareña repleta de comida, medicamentos, detergentes, papel higiénico, etc. La engañifa gubernamental parte de sus propios gabinetes, a juzgar por el presupuesto público anual y ordinario que dibuja los excesos en el consumo doméstico, definitivamente impensables para el más común de los mortales: por ejemplo, la norma legal, porque el presupuesto es una ley como la que más, autoriza el empleo de champú por cada cuatro o cinco minutos en la casa presidencial, consecuente con la astronómica cifra mensual que comporta el rubro en bolívares constantes y sonantes.
Ya es demasiado evidente que se trata de un burdo y eficaz mecanismo de control, automatizador del acoso y de la sanción que espera por todos, menos por los que gozan el poder. Lejos de realizar la justicia social, la envilece, la distorsiona, la pulveriza, la tergiversa y la desprestigia como una aspiración legítima, falseando el lenguaje hasta la saciedad del morbo convertido en una banalidad. Interesa y conviene al califato imperante, desesperado por actualizar el soporte tecnológico de un integrismo o fundamentalismo político e ideológico que aún pugna por ingresar al universo mágico-religioso de sus mejores empeños. Sin embargo, todavía no prende lo suficiente el culto al extinto presidente, quemando inútilmente los inciensos en el curso de las realidades insobornables.
Cualesquiera diligencias necesarias ante el Estado, incluye una carga parafiscal: debemos llevar nuestros legajos fotocopiados para diligenciar el derecho de frente o probar otras circunstancias de las que creemos ya está lo suficientemente enterado, condenados a la consignación documental de siempre, pero ésta vez la capta-huellas insurge con una jerarquía que ya sospechábamos, a la espera del control de retina u otros que pueden incursionar hasta en los olores. La literal cacería comenzará por la boca, no bastando por la que habla sino por la que come: el califato estomacal al que poco le importará la faceta intestinal, como una audaz e inédita contribución al historial totalitario del mundo.
@LuisBarraganJ
destinar al aumento de la producción agropecuaria y agroindustrial para saciar el hambre de la población. Portadores de la cédula de identidad más insegura del mundo, susceptible de una rápida falsificación, mientras que otros países formalmente más pobres la exhiben con el blindaje adicional que autoriza un chip, el gobierno venezolano se atreve al masivo ensayo tecnológico, aunque en forma titubeante y temerosa de lo que puede convertirse en un genial negocio para sus implementadores. Huérfano de toda explicación, Nicolás Maduro asegura que la población aplaudirá la ocurrencia. Por menos que eso, las consabidas y hasta artesanales listas, añadida la que prohíben a numerosos ciudadanos abordar un avión de la empresa no tan obviamente aérea del Estado, pues, igualmente sirve para proyectos que muy poco tienen que abonar a su objeto social, llevan a la sistemática persecución de toda disidencia, por ligera que sea. Lo peor es que el oficialismo alega que, tales controles, aseguran la justicia social partiendo de la premisa de la venezolanísima estantería hogareña repleta de comida, medicamentos, detergentes, papel higiénico, etc. La engañifa gubernamental parte de sus propios gabinetes, a juzgar por el presupuesto público anual y ordinario que dibuja los excesos en el consumo doméstico, definitivamente impensables para el más común de los mortales: por ejemplo, la norma legal, porque el presupuesto es una ley como la que más, autoriza el empleo de champú por cada cuatro o cinco minutos en la casa presidencial, consecuente con la astronómica cifra mensual que comporta el rubro en bolívares constantes y sonantes. Ya es demasiado evidente que se trata de un burdo y eficaz mecanismo de control, automatizador del acoso y de la sanción que espera por todos, menos por los que gozan el poder. Lejos de realizar la justicia social, la envilece, la distorsiona, la pulveriza, la tergiversa y la desprestigia como una aspiración legítima, falseando el lenguaje hasta la saciedad del morbo convertido en una banalidad. Interesa y conviene al califato imperante, desesperado por actualizar el soporte tecnológico de un integrismo o fundamentalismo político e ideológico que aún pugna por ingresar al universo mágico-religioso de sus mejores empeños. Sin embargo, todavía no prende lo suficiente el culto al extinto presidente, quemando inútilmente los inciensos en el curso de las realidades insobornables. Cualesquiera diligencias necesarias ante el Estado, incluye una carga parafiscal: debemos llevar nuestros legajos fotocopiados para diligenciar el derecho de frente o probar otras circunstancias de las que creemos ya está lo suficientemente enterado, condenados a la consignación documental de siempre, pero ésta vez la capta-huellas insurge con una jerarquía que ya sospechábamos, a la espera del control de retina u otros que pueden incursionar hasta en los olores. La literal cacería comenzará por la boca, no bastando por la que habla sino por la que come: el califato estomacal al que poco le importará la faceta intestinal, como una audaz e inédita contribución al historial totalitario del mundo. @LuisBarraganJ |
Vnet lanza Pley, un streaming que cambia las reglas del juegoVnet, la empresa de telecomunicaciones 100% venezolana, fundada hace 16 años, presentó en Fitelven 2025 Pley, una nueva plataforma de entretenimiento digital de ultima generación. |
Simple conecta a Venezuela con tecnología de vanguardiaSimple participará en Fitelven 2025 (Feria Internacional de Telecomunicaciones de Venezuela) del 17 al 21 de septiembre en el Poliedro de Caracas. |
Suiche 7B: Pago móvil NFC ya está disponibleEl pago móvil ha transformado radicalmente la manera en que se manejan las transacciones financieras. |
R4 presenta sus soluciones de cobro digital en FitelvenR4 Banco Microfinanciero C.A. se une a la tercera edición de la Feria Internacional de Telecomunicaciones de Venezuela (Fitelven) para presentar su innovador ecosistema digital financiero. |
Bancaribe presenta resultados sólidos en su Asamblea General de Accionistas A- A A+En sesión ordinaria celebrada el 11 de septiembre, la Asamblea General de Accionistas de Bancaribe, presidida por Juan Carlos Dao, aprobó el Informe de Gestión, |
Preocupaciones que esgrimen esperanzasMucho se habla de “política”. Desde conceptos que exaltan su praxis, hasta aquellos que la impugna por impasible, injuriosa o insidiosa. |
China y el fin de la Segunda Guerra MundialUna vez más expresamos nuestro asombro ante la inauguración en Caracas de un segundo monumento sobre la Segunda Guerra Mundial al cumplirse 80 años del fin de la misma |
Donald Trump ante el asesinato de Charlie KirkDurante el siglo XXI, Estados Unidos se ha convertido en una nación cada vez más violenta. |
Día Mundial de la PazEl domingo 21 de septiembre es el Día Mundial de la Paz, así lo celebra desde 1982 la Organización de las Naciones Unidas y en 1999, aprobó la Declaración |
El legado de Grases en VenezuelaEl título del presente artículo corresponde al de un libro que contiene varios trabajos en los cuales se destacan los aportes realizados por este gran intelectual |
Siganos en