Cuando uno le enseña la ciudad de Maracaibo a alguien que tiene 25 años sin verla, tiene que esforzarse mucho y a la vez la impresión de esa persona vale mucho para describirnos

esa "personalidad" de ciudad, que nosotros por estar adentro, posiblemente no vemos tan clara.

Lo primero que hay que decir es que no es una ciudad, sino dos, marcadas además territorialmente: en el norte hay una ciudad y en el sur hay otra. Un cierto permiso de "estética" o de "preocupación" por la belleza o el ornato puede evidenciarse en la primera; en la segunda, puede no ser tan generalizada. Bastantes problemas relacionados con el estado de las vías, -incluso las principales- así nos lo recuerdan. Pero hay una barbaridad histórica y cotidiana que cometemos todos cuando renunciamos a la posibilidad de contar con una ciudad "bella".

Nuestra valoración de lo bello no es colectiva. ¿Cómo es que una ciudad frente al Lago, tiene tan pocos espacios públicos de aprovechamiento de ello? ;Como es que hay una ciudad envejeciendo en sus edificaciones nuevas y despreciando las antiguas?,  y ¿cómo es que nos acostumbramos a eso? O es que nosotros nos acostumbramos a todo? Una de las diferencias más "graves" entre las ciudades turísticas, inolvidables y el resto, es precisamente que no se renuncia a la estética como parte de la vida de todos, de la puerta para afuera, y no de la puerta para adentro.

Muchos de nosotros en la región y en el país, en general, en promedio, el "tipo normal" de estas tierras criollas han renunciado a "los lugares bellos" por los lugares seguros, o bien por la estética bella pero individualizada. Así la estética criolla es individual corporal, no sociomaterial colectiva. A lo "más que llegamos" es a arreglar la casa, porque este es el único valor material que vale la pena "arreglar" cuando el dinero nos alcanza, pero porque es nuestro y no de todos. Así cuando el "destino" sea el que nos alcance y si pudiéramos mantener la tendencia natural de nuestra voluntad seremos todos bellos en una ciudad parecida a la ambientación del video juegoresident evil (todo menos belleza).

Quisiéramos ser todos una pila de "Adonis" y "Venus" maracuchos caminando y viviendo en una ciudad en ruinas que nunca fue referente de una belleza más allá de nosotros mismos.