Un viejo refrán popular dice que “No hace falta el que se va, sino el que viene”, y así nos toca decir a todos los que nos quedamos

en el lado correcto de la historia con respecto a aquellos tránsfugas que optaron por arrodillar sus principios y echar su moral en la cesta de la basura. 

Quienes traicionaron los valores de libertad y democracia, que tanto han costado mantener en pie a los venezolanos, no son necesarios para seguir adelante. 

Por el contrario, creo firmemente que su traición es un alivio para los partidos democráticos. Sabemos quiénes eran propensos a la traición y éstos ya no están dentro de los senos de las organizaciones que firmemente continúan luchando por la libertad de Venezuela. 

Es un alivio que los débiles de mente y de principios, aquellos que caen presas rápidas de las apetencias personales más mezquinas, ya no estén en este lado de la acera. Es seguro que se sienten más cómodos allá, al lado de Nicolás Maduro y los demás integrantes del Psuv. 

Veo como algo positivo la fuerza de muchísimos diputados y de dirigentes políticos de todos los partidos de la democracia que han dicho “No” a aquellos que vienen a ofrecerles villas y castillos a cambio de un salto de talanquera. 

Con chequera en mano la llamada Operación Alacrán quiere infiltrar a Voluntad Popular, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Acción Democrática, a todas las agrupaciones que batallan por la libertad venezolana, han picado a los más vulnerables, han afectado a aquellos que solo estaban en políticas buscando su acomodo personal o grupal, pero la inmensa mayoría se ha mantenido firmes en sus ideales, en sus sueños y sobre todo en sus compromiso para con Venezuela. 

Y, es mejor que estos señores diputados se hayan ido y lanzado por la borda sus militancias políticas y los principios ideológicos, que se hayan vendido al Diablo, que hayan entregado su nombre, su moral y su vida pública por 40 monedas de plata. 

Es mejor quedarnos solos que mal acompañados con estos señores diputados. Ahora, ya depurados, sabemos quién es quién y con quién contamos, estamos más seguros de nuestro capital humano y de la solidez moral de quienes quedamos en este lado de la acera política. 

Ellos podrán quedarse con sus bolsillos llenos, pero con el alma vacía. Ellos podrán quedarse con las llaves de la Asamblea Nacional, sin embargo también se ganaron el menosprecio de millones de venezolanos que nunca perdonarán lo que acaban de hacer. 

Los que se fueron no podrán regresar, porque sus acciones han traído consigo mucho dolor para los venezolanos, y ha retrasado el cese de la usurpación que es un anhelo de la inmensa mayoría de los venezolanos. Mientras los que vienen, que cada vez son más, serán bienvenidos en la lucha por la liberación del país y la reinstitucionalización de la nación. 

Tengan por seguro que Venezuela será libre a pesar de todos los obstáculos.