Increíble, risible, inverosímil. Pero así es. El proyecto de Convención Colectiva Única de los universitarios, su cuarta emisión, retrasada,

indiscutida con quienes debe debatirse - la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios FAPUV ni siquiera es invitada porque en virtud de la libertad de asociación no desea aceptar la imposición de convertir las asociaciones y la propia Federación en sindicatos-, desajustada y también inverosímil en términos socio-económicos, contempla que los universitarios dejemos de producir conocimientos para producir alimentos, dejemos de entregarle profesionales a la sociedad venezolana y al mundo para expender víveres y más. 

Los problemas de las imposiciones de la dictadura venezolana, liderada por el sátrapa Nicolás Maduro, a las universidades son múltiples. Los ataques se nos vienen por todos los flancos. Es un atacar continuo con estrategia de guerra, con todo el poder de destrucción que esas estrategias, llevadas a cabo, tienen. Quieren militarizar nuestras casas de estudio, convertirnos en soldaditos defensores del proyecto que ellos- los pocos rojos que quedan aferrados con uñas demoledoras al poder-  denominan su patria. Han impedido las elecciones de autoridades por más de diez años. Nos matan de hambre, de precariedad, de necesidades múltiples. Le quitan el presupuesto a las casas de estudio para convertirlas en caparazones inservibles, cortan todos los servicios: agua, luz, aseo, seguridad, internet, transporte, bibliotecas, todo. Es implacable la guerra tiranía-universidad, con un adversario poderoso que mueve todas sus armas contra quienes cree desvalidos, porque sólo contamos con: inteligencia, sabiduría, conocimiento y un poder crítico infalible a la hora de desmoronarlos. Amor con hambre ha durado mucho en la agónica universidad. 

El otro de los flancos es la idea de salvar la escasa o ninguna producción de alimentos o de nada en el país, usando los espacios y los universitarios, como conuqueros y bodegueros. Atiéndase bien. Para ello: "Las instituciones de educación universitaria se comprometen a colocar a disposición su infraestructura de planta física, laboratorios, tecnología y personal calificado". Así reza este desproporcionado y alarmante proyecto. 

Hay más para los desavezados: "Compra, venta y distribución de alimentos para abastecimiento de los asociados y comunidades del entorno... Comercialización y distribución de rubros agrícolas, pecuarios y avícola (SIC), producción, elaboración y venta de materiales y artículos de higiene personal, y de limpieza del hogar e industrial, producción, compra, venta y comercialización de artículos y útiles escolares, procesamiento, fabricación, venta y distribución de conservas de alimentos; compra, venta mantenimiento y reparación de artefactos electrodomésticos, de refrigeración, aire acondicionado, celulares, teléfonos y computadoras...". Cuando expresé esto ante los diputados de nuestra Asamblea Nacional les resultaba entre cómico e increíble. Aquí la demostración de tan desequilibrado proyecto de mentes sin equilibrio alguno. 

No me veo, a mis colegas ni a mis alumnos, en trance semejante de productor y bodeguero trajeado de militar. 

O salen definitivamente del poder, o nos expolian hasta el cerebro y la razón. Hay que sacarlos sin boleto de vuelta, a donde vayan. Si no terminaremos dementes nosotros o huyendo en busca de un respiro ante tanta agonía desastrosa.