“No tengo duda que el 2020 será el año de la República y de la libertad”, así lo aseveró el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó…

Y así lo creo fervientemente como venezolano y como parte de ese movimiento nacional que busca empecinadamente el cese de la usurpación. 

El presidente Guaidó está muy claro, él sabe el valor de los esfuerzos realizados durante el 2019 y también sabe que éstos aún no fueron suficientes para alcanzar los objetivos mayores de la libertad nacional. 

Por tal motivo, él en medio de un acto de contrición y a la vez de motivación le habla claro al país y dice cuáles son los retos que tenemos que afrontar el próximo año para sacar a los usurpadores del poder y erigir una Venezuela en real libertad. 

Con estas palabras: “no es suficiente si lo intentamos, solo se logrará cuando nuestras familias se unan, a recuperar la libertad, la democracia y la república de un país”, el verdadero presidente de Venezuela, reconocido por más de 50 países en todo el mundo, pide encarecidamente la acción de todos los venezolanos en favor de una meta común. 

Resaltó la importancia de la unidad no sólo de los factores políticos sino de toda la sociedad, para de esta forma sacar al país del abismo en la cual la han sumergido quienes han desgobernado a la nación por más de 20 años de oprobio, tiranía y corrupción desmedida. 

“Hoy las preguntas al cuándo y cómo son muy distintas al 2018 y las vamos a responder, no solo con una agenda de lucha sino con nuestra acción, con nuestro encuentro en cada uno de los estados. Tenemos la oportunidad y vamos a salir de esta tragedia. ¡No tengo duda de que el 2020 es el año de la libertad!”, exclamó Guaidó y yo agregaría que si recordamos al inicio del 2019 no teníamos expectativas ni esperanzas. 

Hace justamente un año en la sociedad venezolana solo había desesperanza, rumores y desconcierto. Luego de los sucesos a raíz del 5 de enero de este año se inició un proceso que renovó las esperanzas de más del 80% de los venezolanos que repudiamos al régimen y esperamos un cambio para mejor en el país. 

Guaidó asumió un reto increíble, y a pesar de los tropiezos, de las críticas insanas, de los ataques del régimen, él ha sabido tomar las riendas de la situación y avanzar a niveles insospechados. 

Hace un año era impensable que otra persona ajena al usurpador pudiera nombrar embajadores en el mundo; era impensable que fuera del círculo de los enchufados pudiéramos rescatar activos que estaban a punto de perderse por la inacción y el desdén de aquellos que secuestraron el Estado venezolano. 

Hoy, el presidente Guaidó nombra embajadores, es recibido como Jefe de Estado por muchas naciones amigas, nombró al representante venezolano en la OEA, los enviados de la usurpación son cada vez más despreciados en las reuniones de la ONU. Hoy el día salvamos a Citgo que estaba a punto de ser embargada por la deuda que dejó acumular Maduro y su combo. 

Todos estos son logros innegables, sin embargo hay que avanzar más. Y para ello tenemos que seguir luchando este 2020… Vamos que sí se puede.