Chávez cae
Escrito por Pablo Aure | @pabloaure   
Lunes, 16 de Noviembre de 2009 06:17

altEl desespero es grande. Hugo Chávez no encuentra de qué forma actuar para llamar la atención; o, mejor dicho, para desviar la atención hacia otros problemas distintos a la calamitosa situación que padecemos los venezolanos, como lo son los constantes apagones

la escasez de agua, el desabastecimiento, el encarecimiento del costo de la vida, la inseguridad personal y, en fin, el acelerado deterioro del nivel de vida del pueblo venezolano.

La semana pasada y durante casi todos los días, Chávez le recomendó al pueblo que se preparara para la guerra, ya que según él existe una gran amenaza del gobierno colombiano de atacar nuestro país, amenaza que según nuestro supremo estratega está materializada por las bases militares estadounidenses establecidas en la hermana república.

A todas éstas, según Chávez, existe también una inminente incursión norteamericana en territorio venezolano, pero al mismo tiempo finge demencia ante el chorro de dólares que los eventuales invasores nos envían todos los días, gracias al petróleo que nosotros le suministramos. Vaya contradicción: supuestamente sabemos que nos atacarán y al mismo tiempo le damos el combustible necesario para que lleven a cabo la imaginaria invasión militar.

Volviendo al tema de los anuncios presidenciales, creemos que no pasarían de ser sandeces si no provinieran de la boca del primer mandatario venezolano. Digo esto porque probablemente el presidente colombiano Álvaro Uribe entienda e intuya que no hay que caer en el juego de la provocación y trate a Hugo Rafael como lo ha venido tratando hasta los momentos, es decir, prestándole poca atención. Uribe sabe muy bien que Chávez tiene el comportamiento de un típico guapetón de barrio que ante cualquier objeción enérgica del agredido (en este caso, los colombianos) no le queda otra respuesta que la de pegar la carrera, como lo hacen todos los cobardones que aparentan ser valientes pero en las chiquiticas son correlones y optan por la rendición implorándole clemencia al superior en el combate.

Sólo bastaría remontarnos a la madrugada del 4 de febrero, o a los sucesos del 11 de abril, y quién sabe cuántas veces más ha reculado no por estratega, sino por pavor.

Chávez está jugando con candela y las encuestas lo corroboran. En esas locuras bélicas el venezolano (ni el chavista, ni mucho menos el escuálido) lo acompañaría. Es más, las encuestas reflejan que desde que mencionó la palabra guerra contra Colombia ha descendido notablemente en la aceptación popular. Chávez invitó al pueblo a prepararse para la guerra, pero contrariando sus peticiones, los sectores populares están preparándose para otras cosas y prefieren rebuscarse unos churupitos para preparar las hallacas y para comprar la cajita de cerveza o la botellita de ron para pasar entonaditos las pascuas.

Ese es el venezolano. No le hablen por estos días de guerra, háblenle de parranda y pelota. O sea, a Chávez le salió el tiro por la culata con ese atolondrado anuncio hostil y por eso digo Chávez cae... en las encuestas.

¿Preguerra?: tal vez

Ayer, en una entrevista publicada en el diario El País -de Cali- el embajador de Venezuela en Colombia, Gustavo Márquez Marín, señaló que cuando el presidente venezolano Hugo Chávez llama a los militares y al pueblo de su país a prepararse para la “defensa integra de la nación” en ningún modo busca agredir a nadie -¡sí Luis!-, e insiste en el estado de preguerra con la hermana república.

Esto va para los chavistas que repiten como loros los desafíos de su máximo guía: Álvaro Uribe no representa el sentir de todo el pueblo colombiano, ni siquiera, de todos los “uribistas”, y de allí nuestra enorme preocupación: ¿hasta cuándo los colombianos aguantarán los insultos de Hugo Rafael? Esta interrogante nadie la puede responder, pero de lo que sí estoy seguro es de que todos tenemos una capacidad de aguante, un límite, y, como reza el dicho, “tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe”; no por iniciativa de Uribe, que dicho sea de paso ya no se sabe qué insulto le falta a Chávez por decirle. Por ejemplo, le ha dicho: narcotraficante, mafioso, paramilitar, asesino, criminal, lacayo del imperio... y pare usted de contar. Por eso, no me inquieta Uribe, me preocupa es la capacidad de aguante de cualquier otro colombiano.

Valencia en ruinas

Es inocultable el grado de abandono en el que se encuentra nuestra ciudad. Sus calles llenas de huecos, de basura; el alumbrado público no funciona; los semáforos casi todos malos; el casco histórico maloliente y en estado deplorable, tomado por vendedores de fritangas y buhoneros a montón.

Lo que fue otrora un emporio industrial y símbolo de orden y belleza, hoy es un espectáculo dantesco. Como todas aquellas urbes a las cuales les han puesto las manos -yo diría los pies- los comunistas rojos-rojitos.

En mala hora Valencia cayó en manos de un bárbaro que tan solo en un año destruyó nuestra Valencia señorial.

Si al alcalde Edgardo Parra en realidad le ha pasado por la cabeza hacerle un bien al pueblo valenciano, está a tiempo con su renuncia. Hay suficientes demostraciones de ineptitud y la convicción general de que jamás logrará enrumbar la metrópoli valenciana hacia un destino mejor. Repito, lo mejor que puede hacer es renunciar.

A todo evento, y en caso de que el alcalde no acoja nuestra sugerencia, Miguel Cocchiola este domingo 22 de noviembre le solicitará la renuncia y argumentará una por una las razones por las cuales Edgardo Parra no debe continuar al frente de la alcaldía valenciana.

Por cierto, esa ocasión también debería ser aprovechada por aquellos que rompiendo la unidad inspirados en intereses mezquinos que favorecieron el triunfo del chavismo en Valencia, para unirse, ahora sí, ya está bueno de jugar a espaldas del pueblo, el llamado es a todos para poder liberar a Valencia de las garras de un destructor.


Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla

(*): OyN/El Carabobeño





blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com