Hoy en día pareciera que la situación política en Venezuela se pone más difícil, mientras la gente reclama mejor calidad de vida, y levanta su voz de descontento y de peticiones por lo justo, por sus reivindicaciones, y derechos, incluyendo el derecho a la vida, vemos como el gobierno trata de acorralar cada día más respondiendo con represión, o lo que es peor desestimando y limitando todo a “una manipulación mediática”.

No es sólo una dificultad la falta de reconocimiento del gobierno, sino que de este lado, también encontramos a quienes, quizá para matar el tiempo libre que tienen, dedican su energía a fracturar a la oposición cayéndole “en cambote” con sus críticas nada constructivas. A veces, hasta podría reconocer que existen diferencias entre nosotros y que a lo interno debemos constantemente revisarnos, dar un vuelco y plantear un mensaje de unidad que nos permita consolidar la mayoría.

Pero si de algo estoy convencido es que la única manera de cambiar las cosas es trabajando; la Mesa de la Unidad puede replantearse si participamos en ella. El consenso, las encuestas, el sentido común, cualquier método es válido siempre y cuando busque la verdadera unidad y no se convierta en un mero discurso que esconde tras sí la idea de imposiciones; no puede haber una única manera de resolver las cosas.

La organización es necesaria, el rescate de las discusiones amplias y respetuosas, sin menoscabo a la opinión de unos u otros debe ser una reivindicación para nosotros. Me parece una viveza imponer una agenda mediática y debates sólo en estos espacios; considero además una bajeza el comportamiento de quienes son incapaces de exponer sus puntos de vista en los espacios pertinentes para ello y aprovechan a las cámaras de televisión para ello.

Nadie dijo que este camino sería fácil y corto; todo lo contrario, la única manera de transitarlo ilesos es pasándolo todos unidos, dejando los personalismos a un lado que nada contribuyen a esta causa. Trabajemos por más unidad, por más consensos, por más organización; enfrentemos lo que nos viene con la menor cantidad de diferencias posibles, pero con las ganas al máximo de construir un país mejor, donde los venezolanos seamos más iguales y tengamos las mismas oportunidades.