En medio del maremagno en que se ha convertido el país, de un régimen afanado en controlar todos los ámbitos del quehacer ciudadano; del gangsterismo político chavista; del manirrotismo del "líder" que, empecinado en labrarse un liderazgo "antiimperialista" mundial, echa mano de cualquier recurso para satisfacer su insaciable sed de reconocimiento, sentimos que "necesitamos el valor de penetrar en las grietas para que pueda volver a filtrarse el torrente de la vida".

Que pese a este traspiés democrático, el "sálvese quien pueda" no es una opción. Somos optimistas y estamos esperanzados en que sabremos abrir brechas para encontrar el camino a una democracia verdadera, no la ficción que vivimos. Que esta fatídica "revolución" más temprano que tarde llegará a su fin, implosionada desde sus entrañas por sus torpezas, ineficiencia, desmanes y corruptelas de todo tipo.

Sin embargo, necesitamos creer en nosotros mismos, en nuestras potencialidades, en la conjunción de esfuerzos y en los tiempos. Olvidarnos de la inmediatez y sacar fuerzas para actuar de acuerdo con las convicciones y las responsabilidades asumidas. Enfrentar las consecuencias de nuestros actos y soportar el "consuelo en los sufrimientos". Ejemplos sobran, desde los presos y perseguidos políticos hasta quienes lloran sus carencias infinitas.  

Hay también otros venezolanos que nos enseñan a no caer en la desesperanza, aprovechar las oportunidades y fortalecerse con el trabajo cotidiano; a dar el máximo esfuerzo por alcanzar un objetivo. Es el maestro José Antonio Abreu, premio Polar por utilizar la música clásica como vía para mejorar la vida de niños y concebirla como parte de la vida diaria de la gente. Es la selección venezolana de fútbol sub20 que hace historia en el Mundial de Egipto. Es el doctor Oscar Belloso Medina, Doctor Honoris Causa por LUZ en honor a su trayectoria académica y aporte a la educación superior zuliana. Ejemplos y realidades.

(*): Ex rector de LUZ

Fuente: La Verdad