Ali Babá y sus cuarenta medidas
Escrito por Enrique Pereira   
Viernes, 18 de Septiembre de 2009 08:27

altBlindados pues: “Estamos blindados ante la crisis mundial, pues para ella nos preparamos”. Las cuarenta medidas económicas que estuvieron pensando todo el año, serán finalmente anunciadas en estas horas o en estos días, para sacar a esta Venezuela suya y mía del marasmo económico por la que asegura el gobierno “no” estar pasando. ¿Cómo se trabaja  en una mejora sin reconocer que hay un problema que mejorar? Ahora se dieron cuenta que Cadivi estaba atrasado en la entrega de divisas y que eso está ahogando al país y ahora, después de nueve meses reaccionan ante los hechos que explotan en su cara. Clase de improvisación permanente la de este gobiernito.

 Los americanos, que experimentaron hace menos de un año la crisis económica más grande de los últimos ochenta años, anuncian estar comenzando a salir de ella, mientras nosotros, llenos de dinero petrolero, nos hundimos cada vez más, al tiempo que Chávez se llena la boca diciendo que se acabó el capitalismo. Brasil avanza indeteniblemente para posicionarse como una de las primeras seis naciones de la Tierra, Colombia sale de sus guerras internas del siglo pasado, en fin, el mundo camina hacía adelante, mientras nosotros seguimos caminando hacía atrás.

 Lo que aquí sucede es culpa del imperio, de las bases militares colombianas, de los paramilitares, de la Central de Inteligencia Americana, del contrabando de extracción de café, gasolina y arroz, de la falta de inversión de los gobiernos de hace diez años y de las políticas erradas de la cuarta republica. A veces también es culpa de los Alcaldes y Gobernadores escuálidos, que tomaron sus puestos este año para intentar acabar con la revolución. El racionamiento eléctrico que sufrirán los estados occidentales del país, por los próximos diez y ocho días –si cumplen su promesa- también es culpa de cualquier otro, menos de la falta de previsión y de políticas de inversión de este gobierno manirroto que regala nuestro dinero, sin pensar en nuestras carencias.

 Ali Babá luce como una romántica fábula, cuando la comparamos con este destructor gobierno que promete acabar con cuanto esfuerzo económico no se subordine a los intereses del estado, en el avancé de su proyecto socialista; proyecto que acaba con todo lo que pone bajo su control, incluyendo fincas productivas, Líneas aéreas, Bancos, industrias y esfuerzos de particulares que invirtieron siglos para construirse y ahora  se desmoronan bajo la mano conductora del estado. Vamos pues, a toda marcha, en el camino más corto, a parecernos a la Cuba caribeña que tanto ansía nuestro presidente y sus cuarenta aliados.

 Escucharemos las medidas y encontraremos más de lo mismo en ellas. Ministros que van, para que vengan otros, Nuevos cargos, nuevos megaproyectos, de esos que quedan en el papel. Refinerías y gasoductos imposibles de lograr.  Controles nuevos y Vicepresidencias nuevas, para producir nuevas esperanzas a quien todavía no ha entendido que vamos en la dirección contraria de nuestro progreso. Ali Babá nos contará nuevos cuentos, y paseará las cuarenta vasijas por delante de nuestros ojos, sin entender que Venezuela se cansó de un maromero que se piensa conocedor de cuanta disciplina se requiere para echar a andar a este país en la dirección que todos queremos. Vendrá la cadena de las cuarenta medidas.

 


 
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