Algunos lideres de la oposición venezolana el pasado martes 8, quedaron sorprendidos por una noticia que por lo inédito de la misma, dio la vuelta al mundo reseñada a grandes titulares por distintos medios de comunicación regional, nacional e internacional. Estos “lideres” no contaban con la astucia presidencial, y cual “Chapulín Colorado” se salió nuevamente con la suya pues según la nota de prensa de un prestigioso diario nacional, y utilizado por nosotros para el siguiente trabajo, indica que el primer mandatario venezolano, al parecer hizo un alto en la agenda que lo llevó a realizar su gira por los países árabes y europeos, para acompañar al cineasta gringo Oliver Stone, al estreno mundial del documental South of the Border (Al sur de la frontera), cuya trama versa sobre los cambios políticos ocurridos en América Latina, desde su elección.

Al grito de ¡Viva Italia! nuestro polifacético Presidente llegó en helicóptero al legendario Palacio Lido como un divo de cine escoltado por sus guardaespaldas. Dio media vuelta y se dirigió al público para conversar con un centenar de personas que lo esperaban para saludarlo entre ellos, una delegación del partido italiano Refundación Comunista y un grupo bolivariano formado por estudiantes y residentes venezolanos en Venecia, ambos enarbolando sus respectivas banderas. Vestido sobriamente de negro, con corbata roja, el mandatario suramericano estrechó manos, saludó a simpatizantes, firmó autógrafos y recorrió la alfombra, para pasar a ser el primer mandatario extranjero en participar en una muestra de cine desde su fundación y de allí, el encabezado de esta crónica pues duélanos o no es muy cierto, que la presencia de un jefe de Estado extranjero para el lanzamiento mundial de un filme es un hecho inédito en la historia del festival más antiguo de cine.

Por supuesto que Chávez no llegó solo, ya que muy cerca de él estaban el canciller Nicolás Maduro, el escritor anglo-paquistaní Tariq Ali, también el presidente Paolo Baratta y el director de la muestra de cine, Marco Mueller y según manifestaron sus creativos, “la cinta representa una parte del renacimiento de América Latina”.

Hasta ahí nos parece que el sueño de artista de Hollywood nuestro flamante Presidente estuvo bien, así como también nos parece de muy mal gusto el desplante de mofa burlona, empleado por aquellos que a sí mismos se autocalifican como “lideres” de la oposición venezolana, y a continuación, veamos por qué:

Aquí nadie puede negar, que el déficit democrático que degeneró en la victoria de Chávez, lo fue en mucho debido al descrédito de los partidos políticos de aquel denominado “péndulo de poder” que protagonizaron AD Y Copei, por más de cuarenta años y que al caer en un estado de crisis, la generaron en un efecto dominó a las otras instituciones partidarias.

Y para una mejor comprensión de lo aquí señalado citaremos a Alessandro Pizzorno, en su aguda critica de las teorías así denominadas “neo-utilitaristas” el filósofo italiano en sus líneas generales planteó algunas cuestiones básicas que nos permiten a “pepa de ojo”, entender algunas cuestiones básicas sobre la intensidad y la extensión que abatió a los partidos políticos en las democracias occidentales.

Así de acuerdo con Pizzorno, “la opción política en sus inicios estuvo signada por sentimientos de solidaridad, lealtad y no por el deseo de obtener ventajas personales; así también por la filiación social del individuo y no por el vil cálculo de utilidades, porque las solidaridades sociales preexisten a la opción política ya que aquellas son expresiones de la estructura social y reenvían por lo mismo a una identidad étnica, lingüística, religiosa, de clase, territorial u otra. La decisión de votar por tal o cual candidato o partido político ya que es en si misma un suplemento simbólico que tiende a reforzar los vínculos de las solidaridades preexistentes. ¿Cómo les quedó el ojo? .. Y por ahí seguimos..!

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