Los ‘fuegos’ de don Francisco
Escrito por Andrés Moreno Arreche   
Sábado, 22 de Agosto de 2009 09:02

altEn la continuación del ‘show mediático’ que ha montado don Francisco Arias Cárdenas en la frontera colombo-venezolana, a propósito de la presencia de militares norteamericanos en bases militares colombianas, don Francisco nos revela la cara oculta de su faceta de soldado al identificar en el argot militar  - y con su re-estrenada actitud de militarote embravecido y de la revolución ‘mesma’-   varios tipos de fuegos de artillería como ‘ataques que ha perpetrado el gobierno de los Estados Unidos contra Venezuela’, en clara alusión a la decisión soberana del gobierno colombiano de darle continuidad a la Fase II del Plan Colombia, con la aprobación del establecimiento de militares estadounidenses en seis bases colombianas, ubicadas en locaciones estratégicas para el control y futura eliminación de los envíos de droga de las agrupaciones narco-guerrilleras, desde territorio colombiano hacia USA y Europa, que a no dudar, también utilizan el territorio venezolano como ‘aliviadero’ o ruta de paso.

El sketch lo ha montado en el municipio Pedro María Ureña, en el Estado Táchira. Allí, don Francisco no ha dudado en calificar como ‘fuego de encuadramiento’ los señalamientos provenientes de los ‘laboratorios propagandísticos norteamericanos’, de que en este ‘ex-país’ (el concepto es de Agustín Blanco Muñoz) no hay democracia; y de que existen libertades para el narcotráfico y alianzas con las guerrillas de las FARC y el ELN. Es decir, que dentro de la filosofía ‘goebbeliana’, don Francisco echa mano a un par de verdades, tan grandes y evidentes como una Catedral, para trocarlas en mentiras, a través del símil militar referido.

También se refirió al ‘fuego de eficacia’, que identificó como la segunda etapa, inmediatamente posterior a la anterior, y luego el (fuego) de realidad, fase en la que ubica espacial y filosóficamente, la aparición de las ‘bases gringas’ en territorio colombiano, las que no duda en señalar como...’ las bases para el ataque real contra nuestro continente".

En este punto de sus declaraciones me detuve a pensar en cuál de los libros, guías o apuntes académicos de mi padre, (un viejo y combativo Contralmirante de la vieja guardia, ya fallecido) fue que leí sobre ese tema. Pero mi viejo egresó de la Escuela Naval de Venezuela en 1943, y de su primer Postgrado en Annapolis, en 1950. Fue un consumado artillero, que de paso estuvo  -como otro de los tantos observadores latinoamericanos, invitados por la Armada Estadounidense- en una de las naves norteamericanas que en Junio de 1944 iniciaron la estrategia de desembarco más grande de la historia de la humanidad, en las costas de Normandía. Muy seguramente encontraría entre sus papeles y volúmenes de su biblioteca, la información para convalidar o refutar los argumentos ‘artilleros’ de don Francisco.

Y así fue. Lo primero que encuentro en sus apuntes, borrosos por el tiempo y por la mala calidad de la tinta de su sempiterna pluma-fuente Parker, es la referencia a un tal Henry Jackson Hunt, como autor ‘de lectura obligada’, según la nota al margen. En el libro referido no encuentro nada sobre los ‘fuegos’ de don Francisco, a pesar de que el citado Jackson se desempeñó como Jefe de Artillería del Ejército del Potomac durante la Guerra Civil Estadounidense y luego estuvo considerado por sus contemporáneos como el más notable táctico y estratega de artillería de la guerra. En la biografía resumida de Jackson (que encuentro entre carpetas y documentos personales de mi padre) leo que fue un maestro en la materia, y que rescribió el manual sobre organización y uso de la artillería para los primeros tiempos de los ejércitos modernos, pero allí no hay mención de los ‘fuegos franciscanos’ de nuestro Vicecanciller. Tampoco encontré información detallada en los tres tomos de ‘De La guerra’ de Clausewitz, que también está referido como ‘de estudio en profundidad’, hasta que al fin me tropiezo, después de varias horas de lecturas apremiantes y de recuerdos melancólicos sobre mi padre, con un Manual que aborda la materia en cuestión.

Pero a mitad de la lectura del  “Manual de disparos de predicción”, donde ¡Por fin! encuentro la definición, el cálculo y la disposición de artillería para las tres modalidades de disparos señaladas por don Francisco, viene a mi mente una idea que me aturde momentáneamente ¿Será posible que estas modalidades de disparos, utilizados desde mucho antes de la Segunda Guerra Mundial, estén vigentes?  


Una rápida lectura del “Tactical Employment of Mortars”, editado por el United States Marine Corps  en Octubre de 1992 (que se puede obtener gratuitamente y en inglés en la página web www.usmarinecorps.com  ) define las nuevas y modernas modalidades del ‘tiro de precisión’, donde se elimina la necesidad del ‘tiro de encuadramiento’ pues su función táctica y operativa son asumidas por las nuevas tecnologías satelitales y el uso generalizado del G.P.S. de tercera generación, instrumentos que demostraron su viabilidad operativa y táctica durante la Iº Guerra contra Irak (la llamada ‘Tormenta del Desierto’) y en las más recientes batallas en las que han participado las fuerzas conjuntas norteamericanas. Para los que sientan predilección por este tipo de información, lean en el citado manual, el Capítulo 3, ‘Fire Support Planning and Coordination’, sección II ‘Fired Support Planning’, punto 3-7 ‘Battalion Fire Support Plan’.



Entonces comprendí el por qué del tan manoseado concepto de la ‘guerra asimétrica’ de la que tanto nos habla y  describe, con excesivo despliegue de dibujitos y mapas, el Comandante-Presidente-en Jefe-Máximo, cuando se refiere a la tan deseada invasión de los gringos, a quienes ya siente en Colombia y a flor de piel, como sintió el fragor del combate que lo condujo hasta el Museo Militar (urgencias estomacales mediante), porque las tales tácticas de combate asimétrico que recomienda a la población no se derivan de una situación estratégica de no-correspondencia entre armamento y apresto militar entre las fuerzas ‘expedicionarias’ de USA y el glorioso ejército bolivariano venezolano. Procede del desconocimiento de los modernos instrumentos digitales y satelitales que han vuelto obsoletas las viejas tácticas de artillería y los distintos ‘fuegos’, como los que esgrime públicamente don Francisco.



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