Desde el campo también salvamos vidas. Sí, esta afirmación es una gran realidad y más en los actuales tiempos que estamos atravesando en Venezuela. 

El desarrollo del campo es fundamental para incidir positivamente en la situación precaria que vivimos en el plano económico; cuando vemos que en todo el país la inflación corroe los cimientos de nuestras familias, cuando los casos de desnutrición se disparan por doquier, la inversión en el campo, para la producción de alimentos, es una forma tangible de salvar vidas. 

A través de nuestros programas de atención a los agricultores, pudimos entregarles semillas de calidad a un importante número de agricultores en la comunidad de Bergantín en la zona rural de Barcelona, con lo cual estimamos contribuir en el aparato productivo agrario regional y nacional.

Mientras seamos más productivos en los campos, sembrando más, criando más, cosechando cereales, como el maíz, verduras y vegetales, entonces lograremos impactar el mercado haciendo que los anzoatiguenses tengan acceso a mejores alimentos y más económicos. 

Al conversar con los agricultores de Bergantín, a quienes les entregamos las semillas de maíz, alcanzamos a  detectar las ganas de trabajar que existen en el corazón agrícola de nuestro estado; que decenas de hombres y mujeres quieren ser productivos y sacarle provecho a las tierras donde nacimos. 

Debido a esto, desde la Gobernación de Anzoátegui,  nos comprometimos a seguir adelante, creando acciones concretas y eficientes para continuar y aumentar el apoyo a nuestras áreas aptas para la siembre y la cría de animales.

Estamos convencidos que desde el campo podemos salvar vidas, porque en la medida que trabajemos más, sembremos más y cosechemos más, podremos ayudar a brindarle mejor calidad de vida a un mayor número de anzoatiguenses. Y este es nuestro objetivo. 

En Anzoátegui tenemos la bendición de Dios de tener zonas de gran potencial agrícola como la Mesa de Guanipa, el Macizo de Turimiquire y la Cuenca del Unare, zonas en las cuales infinidades de rubros se dan con sorprendente facilidad. Esta realidad tenemos que aprovecharla y fomentarla, además de crear las condiciones para impulsarla 

A través del programa de asfaltado, denominado  Cuadrillas Tapa Huecos, estamos estudiando la forma de materializar un plan de recuperación de la red vial de las zonas agrícolas, con lo cual apoyemos decididamente a nuestros trabajadores del campo, quienes en muchas ocasiones no encuentran como sacar sus productos de las áreas más fértiles, gracias al deterioro de las vías de comunicación.

A pesar del cerco financiero y presupuestario que padecemos, no nos rendiremos fácilmente; no nos quedaremos de brazos cruzados y así como hemos entregado semillas, seguiremos aportando todo lo que esté a nuestro alcance para resucitar el campo anzoatiguense y generar bienestar a nuestra gente. 

Sí, vamos a sembrar de vida al estado, porque seguimos en movimiento por Anzoátegui.