Más historias del rock clásico
Escrito por Gregorio Montiel Cupello   
Jueves, 04 de Marzo de 2010 08:10

altEn esta segunda entrega nos adentramos en los cuentos detrás de "Escaleras al cielo", "Rapsodia bohemia",  "Mientras mi guitarra gentilmente llora", "Imagina", "Money" y otras.


Presentamos una segunda parte de los cuentos y anécdotas que recoge Tim Morse en su libro "Classic rock stories" (Historias del rock clásico), en torno a las canciones más exitosas de la música pop contadas por sus autores, intérpretes o relacionados.

Jimmy Page y "Stairway to heaven": Estaba tocando mi guitarra y surgieron diferentes partes que ensamblé. Mientras componía empecé a formular varias ideas en relación al arreglo. Por ejemplo, no quería batería en la primera parte, y luego de que entrara, que se fuera erigiendo hasta llegar al gran crescendo. También quería que el tempo gradualmente fuera aumentando, lo que está en contra de las reglas musicales. Se la mostré a nuestro bajista y organista John Paul Jones, luego al baterista John Bonham, que inicialmente no agarraba el tiempo correcto en la parte de la guitarra de 12 cuerdas antes del solo de guitarra eléctrica. Hay que tener en cuenta que al principio era una idea con muchas cosas por aprender de parte de cada uno. Mientras fuimos agarrando la rutina, Robert Plant, el cantante, fue escribiendo la letra y un gran porcentaje de las palabras fueron escritas al momento. No tuvo que irse y ponerse a pensar lo que iba a escribir.

Alan Parsons (ingeniero de sonido) y "Money": Muchos de los efectos de "The dark side of the moon" de Pink Floyd se diseñaron con la idea de los sistemas cuadrafónicos, sobre todo la introducción de "Money". La idea era que cada parte de la caja registradora emanara de un parlante diferente. Se invirtió mucho tiempo grabando cada segmento del efecto de sonido en sus correspondientes canales. Obviamente, nadie sabía que la cuadrafonía no iba a prosperar, pero diría que pensar en términos de cuatro cornetas nos hizo más cuidadosos en cuanto a cómo grabar los efectos.

Freddie Mercury y "Bohemian rhapsody": Mucha gente la criticó, ¿pero con qué la puedes comparar? Nómbrame un grupo que haya tenido un éxito radial de corte operático.

Roy Thomas Baker (productor) y "Bohemian rhapsody": La pieza no se grabó a la primera. Inicialmente quedó lista la primera sección y la parte rock. Para la sección del medio grabamos unas baterías antes y después que luego editamos. Alargamos esa sección del medio adaptándola a las voces que se iban colocando porque Freddie se aparecía con ideas muy buenas. Llegaba y decía: "Tengo nuevas ideas para la parte vocal, vamos a colocar unos "Galileos" aquí"... Esa pieza nos llevó tres semanas grabarla.

Jim Morrison y "The end": Luego de ir al cine pasé por una librería o tienda que vendían artesanías, calendarios y accesorios. Una chica atractiva e inteligente me reconoció, me vino a saludar y comenzó a preguntarme por esta canción. Estaba de paseo por una hora con una enfermera del Instituto Neurosiquiátrico de la Universidad de Los Angeles. Era una estudiante que tuvo problemas con drogas o algo así. Como sea, me dijo que la canción era la favorita de un montón de muchachos de su sección. Al principio pensé: "¡Oh, Dios!"... Y esto después de que hablé con ella por un rato, comentando que podía significar muchas cosas, suerte de laberinto o rompecabezas para pensar al respecto, que cada quien lo podía interpretar de acuerdo a su situación. No me había dado cuenta que la gente tomaba tan en serio las canciones y me hizo pensar que debería considerar las consecuencias.

George Harrison y "While my guitar gently weeps": Estaba leyendo el "I ching, el libro de las mutaciones", basado en el concepto oriental de que todo se relaciona entre sí, en oposición al concepto occidental de que las cosas son mera coincidencia. La idea la tenía cuando visité a mis padres en el norte de Inglaterra. Decidí escribir una canción basada en la primera cosa que viera al abrir cualquier libro. Lo hice y leí "gentilmente llora". Cuando empezamos a grabarla estaba solo tocando guitarra,  cantando, y nadie se interesó. Quizás Ringo, pero John y Paul no. Cuando llegué a casa en la noche estaba decepcionado. Al día siguiente cuando iba hacia Londres en el carro con Eric Clapton lo invité a tocar en la pieza y me dice que no lo puede hacer, que los otros Beatles se podían molestar... No quería, hasta que finalmente le dije: "¡Coño! Es mi canción y quiero que toques". Los otros comenzaron a ponerle más atención y montamos la pieza de la mejor manera.


Imagine

John Lennon: Es un gran hit en todas partes: Antireligioso, antinacionalista, anticonvencional, anticapitalista,  pero como es dulce es aceptada. Ahora entiendo lo que tienes que hacer. Poner tu mensaje político con un poco de miel.

The times they are a-changin´

Bob Dylan: Definitivamente era una canción con un propósito. Sabía exactamente lo que quería decir y a quién decírselo. Quise escribir una gran canción, como una pieza temática, con versos cortos y concisos que tuvieran en la gente un efecto hipnótico.  

Bourée

Ian Anderson: Fui afortunado de escuchar esta pieza de Bach a diario en mi apartamento porque un estudiante de música la practicaba con su guitarra clásica en el piso de abajo. Estaba almacenada en mi cerebro cuando en 1969 buscaba una pieza instrumental para Jethro Tull.

El Mundo/OyN


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