Así lo expresó el profesor, miembro de la dirección nacional del partido Encuentro Ciudadano:

"Esta semana los vicerrectorados administrativos de diversas universidades anunciaron lo que no ha hecho quien ocupa el Ministerio de Educación Universitaria, porque no se atreve, porque el daño es irreversible: el pago del bono de fin de año y los aguinaldos se hará fraccionado, reducido y anacrónicamente. Fraccionado en cuatro partes iguales, reducido al aplicar el Instructivo ONAPRE, desconociendo la Convención Colectiva que ellos mismos impusieron, homologaron y colocaron en Gaceta Oficial; anacrónico porque, aunque corresponde completo en noviembre, lo van a entregar desde octubre hasta diciembre, por pedacitos tronchados, lo que atenta contra su razón de ser". 

"Insisten -continuó el dirigente político y gremial- sin contención alguna, en lesionar los derechos adquiridos de los universitarios y de los empleados públicos completos. Así como pretenden eliminar sindicatos, gremios, cajas de ahorro e institutos de previsión social, al retener los recursos pagados por los afiliados todo este año o desde el año pasado. En marzo nos redujeron los sueldos. Una deuda que tendrán que asumir ya, retroactiva, de un dinero que se devalúa sin freno. Ahora atacan de nuevo a la educación, al trabajo, con este modo perverso de desconocer la intangibilidad y la progresividad del derecho laboral. Los derechos laborales son constitucionales, pero son también derechos humanos suscritos por la República en diversos acuerdos internacionales. En materia laboral, quienes manejan inescrupulosamente el poder también quieren hacer lo que les viene en gana, despóticamente. Para los trabajadores no hay dinero, lo que implica explotación laboral, esclavitud moderna. Aducen control de la inflación como si los países que de verdad la mantienen controlada lo hacen agrediendo laboralmente a los trabajadores. Nos creen imbéciles". 

Cerró Anseume: "Una manera de desmotivar más a la educación, al trabajo. Porque reducir los sueldos implica que las universidades pierdan su personal altamente calificado, que los concursos resulten desiertos, que se desmotive y se corra para siempre al personal académico, al trabajador, al obrero. Aborrecen desde el poder al proceso educativo, a los empleados públicos, al trabajo. No les importa, como no les importa nada que implique superación o estabilidad en el país. No les importan los más de seis millones de venezolanos que huyen a esta persecución indolente. Continuaremos acudiendo a la opinión pública, a los organismos internacionales, para denunciar esta situación de acoso permanente a los trabajadores, a los universitarios, a los empleados públicos. Y seguiremos en las calles reclamando juntos nuestros derechos, hasta que reviertan la guerra que tienen contra la educación y el trabajo en general en Venezuela".