Los años 2009 y 2010, en su final y principio, produjeron hechos aleccionadores y casi trágicos. El día de Navidad un terrorista nigeriano de Al Qaeda intentó destruir un avión en pleno vuelo.

"Mel" tiene las puertas abiertas para irse del país; pues el presidente Micheletti, de buena voluntad, está dispuesto a darle el salvoconducto. Pero Zelaya no aceptará la cortesía gubernamental pues ello indica subordinación, negar su estatus supremo y confirmar su fracaso…

Cuando estudiaba en Toulouse tuve el privilegio de conocer y conversar más de alguna vez con el destacado escritor paraguayo Augusto Roa Bastos (fallecido el 2007). En ese momento el era un exiliado del dictador paraguayo Alfredo Sttroessner, que gobernó su país ininterrumpidamente por 35 años.

La buena noticia es que todo parece indicar que las economías latinoamericanas tendrán un año relativamente bueno en el 2010. La no tan buena noticia es que si no se vuelven más competitivas, su recuperación será como un vuelo de gallina: levantarán vuelo unos pocos centímetros, y se volverán a caer.

Muy poco de lo que supusimos que ocurriría en la primera década del siglo XXI realmente ocurrió. Es lo que suele pasar con toda predicción. Es el riesgo de la futurología, que acaba atrapada por el lugar y las circunstancias en las que se hace.