El presidente Óscar Arias mediará en busca de una solución a la crisis hondureña
Escrito por Joaquim Ibarz   
Jueves, 09 de Julio de 2009 07:43

altLos dos presidentes hondureños que hasta ahora se  mostraban como enemigos irreconciliables mañana se verán las caras en Costa  Rica. El depuesto Manuel Zelaya y su sucesor de facto, Roberto Micheletti, se  sentarán en torno a una mesa, con el mandatario Oscar Arias como mediador, en  busca de una salida a la grave crisis que sufre el país.
El peor conflicto político centroamericano  en dos décadas tuvo un giro crucial en Washington. Gracias a la intervención  diplomática estadounidense, ambas partes aceptaron un proceso de negociación con  los buenos oficios del presidente costarricense y premio Nobel de la Paz, Oscar  Arias. La crisis empezó a destrabarse en el encuentro entre Zelaya y la  secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton.

En medios diplomáticos de Tegucigalpa se  especula sobre los contundentes argumentos que habría esgrimido Hillary Clinton  para que Zelaya viajara a Washington y aceptara la mediación de Arias. En estos  mentideros se comenta que Clinton le habría presentado denuncias fundamentadas  sobre graves casos de corrupción y, lo que sería más grave, sobre presuntos  vínculos con el narcotráfico. Hasta entonces, tanto el derrocado gobernante como  el presidente venezolano Hugo Chávez y el secretario general de la Organización  de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, exigían la salida  inmediata del poder de Micheletti, sin negociación alguna. En su visita a Tegucigalpa  el viernes pasado, Insulza no quiso reunirse con Micheletti  “para no legitimarlo”.

En Honduras todo es posible, hasta la  salida más rocambolesca. Al fin y al cabo, tanto el gobierno derrocado como el  que de momento ejerce el poder tienen un largo prontuario de violaciones a la  ley y a la  Constitución.  Hasta el martes, pocos creían que Zelaya y  Micheletti aceptarían hablar cara va cara. La reunión de San José será crucial  para detener el ambiente de agitación, parálisis y aislamiento internacional que  se vive en Honduras.

De entrada, Zelaya y Micheletti mantienen  posiciones aparentemente irreconciliables. El primero afirma que las  conversaciones no forman parte de una negociación, sino que supone "la salida de  los golpistas de Honduras". Micheletti  dice que se podrá negociar todo  “menos el regreso de Zelaya a la presidencia”. Es una postura rígida que suele  ser normal en todo diálogo. Se apunta que una salida factible sería que Zelaya  reasumiera la jefatura del Estado pero no el pleno poder, renunciando a  cualquier intento de reelección. 

Arias admitió que entre los temas que  se abordarán en San José figura una "amnistía", que debería beneficiar  a  los golpistas y al derrocado presidente y sus  colaboradores.


La negociación también incluirá la ruptura de los lazos  que Zelaya estableció con Hugo Chávez. Esta estrecha relación fue el origen de  la actual crisis. En Honduras hay creciente irritación por la intromisión del  presidente venezolano en los asuntos internos del país. En la marcha del martes por las calles de esta capital,  mucha gente gritó contra Chávez porque Zelaya intentó regresar el domingo  siguiendo un plan diseñado y dirigido desde Caracas, con un avión y un piloto  militar venezolano. Por el canal estatal se difunden continuos mensajes en  contra de la ideología bolivariana.


CARDENAL RODRIGUEZ MARADIAGA PIDE A HUGO  CHAVEZ QUE DEJE EN PAZ A LOS HONDUREÑOS

El propio cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga  exigió a Chávez que deje a los hondureños en paz. El prelado destacó que  “nosotros rechazamos totalmente la injerencia del presidente de Venezuela en  Honduras; somos un país pequeño, pero soberano. Desde que vino a insultarnos en  el mes de agosto (de 2007, para la adhesión de Honduras al ALBA), ha estado  tratando de meter aquí sus manos. Que nos deje en paz, que se dedique a gobernar  su país. Ya basta”.

“Rechazamos totalmente la injerencia del presidente de  Venezuela, somos un país pequeño pero un país soberano”, dijo en una entrevista  con la cadena  CNN.

Rodríguez subrayó que la actual crisis  dejará varias lecciones a los hondureños.

“De la crisis el pueblo puede aprender que con la  violencia no se logra nada, que la violación de la ley aunque sean autoridades  constituidas, no se puede violar la ley, nadie está por encima de la ley y que  querer cambios a la fuerza solo conducen al desastre”, señaló. Rodríguez comentó  que si le tocara estar en la mesa de negociaciones que se instala mañana en  Costa Rica para buscar una salida a la crisis política con la mediación de Oscar  Arias, “empezaría pensando en Dios y en el amor a Honduras, tenemos que pensar  que nuestra patria es la patria de todos”.

“Ninguna vida se debe perder por cuestiones de índole  política que se pueden llegar a solucionar a través del diálogo. Nos preocupa la  polarización y la  violencia. Se puede protestar sin dañar la propiedad, sin  insultar, de una manera civilizada y educada. Esto es muy importante”,  señaló.




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