En occidente nos parece absurdo que una mujer pueda ser obligada a usar cualquier prenda de vestir,

y más si es de carácter religioso. Claro es necesario que entendamos las costumbres y las tradiciones de otros pueblos del mundo, sin embargo, cuando lo que está de por medio es el riesgo de perder la libertad o lo que es aún peor la vida, no es ético guardar silencio, hacerse cómplice de sistemas bárbaros, tiránicos que coartan los derechos humanos fundamentales vigentes y válidos para todas las personas indistintamente de raza, religión, nacionalidad etc.

Ya Montesquieu alertaba en su obra El espíritu de las leyes acerca de lo difícil que sería que los pueblos de Oriente encontraran el camino a la libertad, porque las tiranías imperantes serian difícil de derrotar y porque además los pueblos se acostumbraban a ellas, en la actualidad vemos como él tenía mucha razón, a muchos pueblos del Oriente les ha costado mucho lograr la libertad y la democracia. Sin embargo, luchan a diario por obtener mejores sistemas políticos.

No existe peor binomio que el resultado de la unión de la política y la religión usada para oprimir al ser humano, esto es lo que ocurre en las teocracias, en las cuales se oprimen a los pueblos en nombre de Dios. El mundo se ha conmovido cuando hace algunos días en Irán se detuvo una joven de 22 años, Mahsa Amini por usar mal el velo y unos pantalones muy ajustados, es decir, por violar el código de vestimenta impuesto a las mujeres de ese país. La joven fue apresada por la policía de la moral al estilo orwelliano y según lo que hasta ahora se sabe fue salvajemente golpeada y murió posteriormente.

A pesar de la feroz y sangrienta represión del régimen teocrático de Irán, que ha usado incluso grupos paramilitares para ello, el pueblo ha salido a manifestar a diario en casi todo el país y no sólo las mujeres sino los hombres también protestan por el asesinato de Mahsa Amini y para exigir el cambio definitivo del régimen teocrático y opresor iraní. 

A la tiranía iraní no se la ha ocurrido nada original, sino, seguir el libreto de todos esos regímenes, acusar a occidente de promover las manifestaciones, principalmente a Estados Unidos e Israel. Esta mujer es una de las tantas que han perdido la vida en países con sistemas políticos tan absurdos que discriminan y tiranizan a las mujeres por ser tales.

Occidente se solidariza con el pueblo oprimido de Irán y con sus mujeres que luchan para que se respeten sus legítimos derechos humanos, y para que asesinatos como el ocurrido paren y sean castigados los responsables de acciones tan bárbaras y medievales. No es que se cuestionen las tradiciones per se, empero si la tradición esclaviza y oprime, hay que pensar definitivamente en cambiarla para que se preserve lo más importante que tiene el ser humano, la vida y la libertad, ninguna tradición ni religión puede estar por encima de estos derechos que todos tenemos al nacer y que deben ser respetados por todos los gobiernos.