Domingo Electoral
Escrito por Abrahan Clavero Toro | X: @Abrasof2320   
Martes, 12 de Julio de 2022 00:00

altEn ambos lados del Atlántico, los resultados electorales del 19-J dejaron su impronta en el devenir político de tres procesos políticos de gran significación.

El factor ideológico no pasó inadvertido, viéndose favorecidas por igual la izquierda republicana, la derecha moderada y el centro.  

Las presidenciales en Colombia, las legislativas francesas y las autonómicas de Andalucía podrán servir para marcar un cambio de paradigma, pudiendo definir una tendencia irreversible a corto y mediano plazo. 

De estos sufragios, los de Colombia representaron el derrumbe del predominio de los partidos tradicionales que han gobernado prácticamente desde finales del Siglo XIX. Esta fue la razón por la cual centraron una gran expectativa, ante la posibilidad que el Socialismo del Siglo XXI finalmente se posesionara en el hermano país.

La gran influencia que durante todo ese tiempo desempeñó la iglesia católica en las áreas de educación y la salud, han dejado una marca indeleble como en ningún otro país del continente. 

En los comicios galos, el Presidente Emmanuel Macrón (Coalición Ensemble) debió enfrentar, principalmente, a los sectores de izquierda agrupados alrededor de la figura de Jean-Luc Mélenchon (NUPES) conformada por la Francia Insumisa, socialistas, comunistas y ecologistas. A pesar de su reciente triunfo en las presidenciales, la situación se planteaba compleja vislumbrándose la perdida de la mayoría parlamentaria que disponía, lo que complicará el desempeño de su próximo gobierno.   

En cuanto a las elecciones andaluzas, las mismas se convirtieron en una especie de referéndum para reafirmar el distanciamiento, de esa parte de España, con los sectores socialistas desde 2019.  Estos comicios se realizaron en el momento menos propicio para el gobierno de Pedro Sánchez, en medio de una seria crisis de gobernabilidad, de descontento y de falta de credibilidad por parte de la sociedad española en general.

Al analizar de manera detallada estos tres resultados podemos decir que, en el caso colombiano, Gustavo Petro y Rodolfo Hernández representaron alternativas ideológicas alejadas del sistema político que ha prevalecido en los últimos doscientos años. Liberales y conservadores quedaron fueran de la contienda con la eliminación de Federico Gutiérrez (Equipo por Colombia). 

Calificados de “outsiders”, llegaron al 19-J técnicamente empatados, con mensajes que provocaban una gran incógnita tanto interna como internacionalmente. Eran el mal menor ante la dura crisis que atraviesa el país cafetalero, dividido prácticamente por la mitad, y en la que muchos votaron no por convicción sino para evitar el triunfo del contrario. 

El triunfo del Pacto Histórico, integrado por partidos y movimientos políticos de izquierda y centroizquierda​, de ideología progresista​ y socialdemócrata, se gestó debido a la convergencia de un conjunto de factores de índole diversa. Gracias al descontento social con la clase política tradicional, a la desigualdad y al estancamiento económico, Petro se convierte en la más reciente figura de la izquierda latinoamericano en llegar al poder por la vía electoral. 

Ganó, porque grandes sectores de la población estaban saturados de las promesas incumplidas, logrando captar al final de la campaña el voto de sectores juveniles que se habían mantenido al margen de la contienda. Ganó por la actitud displicente de Rodolfo Hernández negándose inclusive a debatir con su oponente. Ganó, porque parte del pueblo colombiano está convencido que el Socialismo de Siglo XXI es la solución para el país. Y como lo dijo Martin Caparros por disponer de “un contrincante impresentable”.

Muchos votantes se vieron ante la disyuntiva de escoger entre dos políticos conocidos, pero poco fiables. La amplia experiencia política de Petro, sin embargo, terminó por inclinar la balanza a su favor. Su mensaje de hacerse pasar por garante de la estabilidad institucional y de un cambio tranquilo termino calando en la conciencia de diversos sectores. 

Ahondando un poco más, se debe hacer referencia al Acuerdo de Paz firmado con las FARC (2016) el cual no se ha aplicado de forma adecuada especialmente en el actual gobierno de Iván Duque. Al respecto, sobresalen el incumplimiento de las promesas de la reforma agraria y de combatir el recrudecimiento de la violencia en el campo, donde los grupos armados se disputan el control del tráfico de cocaína y las economías ilícitas. 

El Covid19, de igual manera, contribuyó a ampliar las diferencias entre ricos y pobres. En esta situación destaca la inoportuna decisión de la administración actual de establecer nuevos impuestos, que desencadenaron grandes manifestaciones nacionales de rechazo, obligando al gobierno a retirarlos dejando de paso una sensación de debilidad.

Los estudiosos de la realidad colombiana coinciden en señalar el retroceso en los últimos diez años en combatir la pobreza. El aumento de los precios de la canasta básica ha ejercido una gran presión sobre los presupuestos familiares conduciendo a una situación social explosiva. Según una encuesta del Instituto Gallup publicada en mayo pasado, el 75% de los colombianos opinaron que el país transitaba por un camino equivocado.

Otro aspecto, que no deben pasar desapercibido, fue la escogencia de Francia Márquez para la Vicepresidencia. Es la primera mujer de color, feminista y ambientalista que llega a esa posición, demostrando el deseo de acercarse a temas de género, raza y clima de una izquierda más joven como la que representa Boric en Chile. Pero al mismo tiempo, entendió la necesidad de distanciarse de una figura tan controvertida como Piedad Córdova. 

El pasado revolucionario de Gustavo Petro es otro elemento a tomar en cuenta, así como su identificación con el Socialismo del Siglo XXI. Hubo mucha especulación durante la campaña electoral sobre la posibilidad que pondría en práctica procesos de expropiaciones, la colectivización de la economía y monopolizar el poder. No obstante, en su discurso triunfal manifestó que “vamos a desarrollar el capitalismo. No es que el sistema que nos gusta, pero porque tenemos que salir del feudalismo y entrar en la modernidad” y que “el nuevo gobierno que entrará en funciones el 7 de agosto será el de vida, paz, justicia social y justicia ambiental”. 

Prometió además que “solo habrá respeto y diálogo”, así como sus deseos de un gran acuerdo nacional para sacar al país de la crisis y consolidar la paz. En este sentido, destaca el respaldo a sus postulados de varias personalidades de centro.

Al mensaje de Francia Márquez también hay que prestarle atención, considerada una figura más radical que Petro, dedicó su victoria “a los ancianos, mujeres, jóvenes, al colectivo LGBTIQ+, indígenas, a los campesinos, a las víctimas, a sus negros, a los que resistieron, a los que ya no están” saludando la llegada de “un gobierno del pueblo, un gobierno pueblo que va a pie, reconciliaremos a esta nación, en la alegría y la paz”.

Estos discursos conciliadores no han terminado de convencer a todos sus oponentes. Sin embargo, hay que reconocer que a pesar de que el final de la campaña estuvo particularmente tenso, la victoria de Gustavo Petro fue recibido con calma. Rodolfo Hernández admitió la derrota, pidiéndole “saber conducir el país, que sea fiel a sus discursos contra la corrupción y que no decepcione a quienes confiaba en él". De igual manera, el presidente Iván Duque, sin contratiempo, elogió el triunfo de Gustavo Petro, y diversas figuras de la derecha tradicional incluido el ex presidente Álvaro Uribe, su enemigo jurado, con quien se reunió fecha reciente. 

Estas muestras de reconocimientos constituyeron un hecho positivo que han servido para ir despejando dudas ante una nueva situación conflictiva que hubiese podido degenerar en una nueva etapa sangrienta. De esta forma la democracia colombiana dio una lección de madurez en medio de todas las críticas que se le pueden hacer.

Entre los puntos que han causado mayores críticas, se encuentran sus propuestas de querer prohibir nuevas exploraciones de petróleo, y la minería a cielo abierto. Se considera que el petróleo, el carbón y los minerales constituyen alrededor de la mitad de las exportaciones de Colombia. De igual manera, querer utilizar los recursos de los fondos de pensiones privados para impulsar los de carácter público. 

El triunfo de Petro, y sus futuras decisiones contribuyeron a que un día después de su elección el peso cayó 3% frente al dólar, mientras la bolsa de valores retrocedió un 4%. En consecuencia, una de sus grandes tareas será tranquilizar a los inversionistas y a los sectores privados. Ante esta situación, la mejor señal fue la designación de José Antonio Ocampo, en la cartera de Hacienda, para calmar los mercados dada su amplia experiencia y conocimiento del país y de la economía internacional. 

Los retos que enfrentará serán múltiples, al no contar con el respaldo de una mayoría calificada en el Congreso. Solo 15% escaños en ambas cámaras, así como la férrea oposición de un parte de los sectores de la derecha. No obstante, se da por descontado el apoyo de algunos centristas y de los cinco senadores la FARC, obligándolo en consecuencia a pautar alianzas con partidos del estatus quo lo que podría decepcionar a su base electoral. 

Las relaciones con las fuerzas armadas, constituye otro reto de significativa importancia. Persiste la sensación que se podrían deteriorarse rápidamente, en particular si Petro cumple su promesa de destituir al actual alto mando militar en favor de un cambio rápido en la política de seguridad. La reciente renuncia del Comandante del Ejército Eduardo Zapatiero es un claro indicativo de esta situación. 

Su intención, la cual cuenta con el respaldo de muchos ciudadanos de a pie, es reformar el ejército y la policía, tradicionalmente muy influenciados por EE.UU., empezando por esta última, cuya gestión será trasladada del Ministerio de Defensa al Ministerio del Interior, a consecuencia de la explosión social del 2021.

Otro aspecto lo constituye la política de abandonar la erradicación de la coca en favor de la sustitución voluntaria, mientras defiende un programa de apoyo al campo por medio de créditos subvencionado, cursos de formación y el reconocimiento de los títulos de propiedad de la tierra. Rechaza la fumigación y la criminalización de quien cultive coca, sin tomar en cuenta las causas. También se opone a la extradición de los narcos. 

Dentro de este punto, cabe citar al informe final de la Comisión de la Verdad recientemente publicado, el cual considera que la guerra contra las drogas se ha convertido en un factor de persistencia del conflicto. Es evidente que la estrategia antinarcótica no ha dado resultado tras dos décadas de operaciones militares, la extradición de cientos de narcotraficantes y el uso de químicos para erradicar los cultivos de coca. Mientras tanto en la zona del Cauca la coca crece conjuntamente con la violencia.   

Washington se resiste a abandonar la guerra contra la droga enfatizando que “mantener la droga como prioridad ha permitido justificar la presencia de las siete bases militares en Colombia, y el adiestramiento de unidades de lucha antinarcóticos para Centroamérica y Sudamérica”. 

En este punto, la cúpula militar colombiana insiste que es crucial el mantenimiento de las operaciones militares contra las disidencias de las FARC que se han negado a dejar las armas, al igual que paramilitares de ultraderecha (el Clan del Golfo), todos ellos con participación en el negocio de la cocaína. 

En el ámbito de seguridad y pacificación Petro tiene el firme propósito de iniciar un proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que incluya a las facciones de las FARC dispuestas a desarmarse. 

Otro obstáculo que se vislumbra lo constituye la autonomía del Banco Central consagrada en la constitución. Durante su mandato, solo podrá designar a tres de los siete miembros de su directorio. 

Además, tiene previsto declarar un estado de emergencia para combatir el hambre, que podría tener sus obstáculos en el Tribunal Constitucional. De igual forma, liberar a un grupo de personas que permanecen encarceladas a consecuencia de las protestas del año pasado. Para hacerlo, tendrá que enfrentar a la Fiscalía. La pregunta que surge es cómo reaccionará Petro si diversas instituciones restringen su desempeño.

A nivel regional, no hay duda que Washington ha perdido al más firme aliado mientras que se producirá un acercamiento significativo de Colombia con los países alineados al Socialismo del Siglo XXI. La situación se torna compleja ya que atañe aspectos de muy diversas índoles desde bases militares, procesos de extradición y ayudas económicas. Las conversaciones mantenidas con el Secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken y con el Presidente Joe Biden pueden constituir la base para una nueva forma de relación sin los compromisos que existían anteriormente. 

Dentro de este punto, hay que mencionar que desde 1999 Colombia ha recibido más ayuda que cualquier otro país de América Latina, principalmente para combatir los carteles de la droga y las guerrillas. Kevin Whitaker, ex embajador en Bogotá hasta 2019, le preocupa el deseo de Petro de poner fin a la erradicación forzosa de la coca y dejar de extraditar a los capos de las drogas lo que “cambiarían fundamentalmente la naturaleza” de la cooperación en materia de seguridad. 

Otras de sus grandes prioridades en materia de política exterior es el restablecimiento de las relaciones con Venezuela, cuya agenda es bastante amplia que va más alla de la simple apertura de la frontera. En consecuencia, habrá que diseñar, conjuntamente, una nueva hoja de ruta para que las relaciones entre Bogotá y Caracas recuperen los niveles que ambos países necesitan, dejando atrás tantos años de confrontación innecesaria. El propio Petro lo ha dicho al respecto: “abrir el comercio en la frontera, recuperar la frontera para los dos Estados lo cual implica correr, arrinconar, desalojar a los grupos armados que hoy están a lado y lado de la frontera, y el tercero tiene que ver con Monómeros".

El Acuerdo de Libre Comercio firmado en 2012 con la Unión Europea también estaría en riesgo. En este sentido, el nombramiento del futuro Canciller Álvaro Leyva Duran, primer integrante del próximo gabinete, es una buena señal por ser un negociador innato que desempeñó un papel significativo en los acuerdos con la FRAC durante el gobierno de Juan Manuel Santos.   

Tal como lo señala la revista Foreign Affairs “como estado que, a pesar de su pasado sangriento, ha mantenido una democracia notablemente duradera Colombia tiene numerosos frenos y contrapesos para encerrar a Petro: un amplio espectro de partidos en el Congreso, tribunales intervencionistas organismos de control autónomos, y un ejército bastante independiente. Para los colombianos ansiosos, estos baluartes ofrecen una garantía de estabilidad”. 

En conclusión, será a partir del 7 de agosto, cuando se comenzarán a despejar las incógnitas de su gobierno en base a las medidas que adoptará, y cuyos resultados se comenzarán a ver recién en sus primeros cien días de gobierno. En necesario abrir un compás de espera para saber si la Izquierda Republicana podrá llenar las expectativas de más de 11 millones de colombianos que creyeron en la propuesta de un verdadero cambio sin sectarismos. Por ahora todo lo que se diga serán simple especulaciones, entre telones, se continúa analizando y negociando un sin número de asuntos de diversas índoles. 

Los resultados en Francia, por su parte, colocan a la nación gala en una etapa desconocida y llena de incertidumbre. Al perder la mayoría absoluta en la Asamblea Emmanuel Macrón queda acorralado entre las fuerzas de Jean-Luc Mélenchon y Marine Le Pen, lo que complicará sacar adelante las reformas que desea realizar en su segundo mandato. 

Con 235 escaños la coalición Ensemble estuvo bastante lejos de los 289 que necesita para tener mayoría absoluta, mientras la alianza de izquierdas (Nupes) liderada por Mélenchon, con 141 se convierte en la segunda fuerza política, y Reagrupamiento Nacional de Le Pen, consiguió un avance significativo e histórico, al pasar de 8 diputados a 89. Esto le permite crear un grupo parlamentario, algo que no ocurría desde 1988, convirtiéndose en la tercera fuerza política, por delante de los Republicanos, que obtuvieron 75 escaños. 

En estas elecciones la alta abstención (54% cifra record) despeñó un papel significativo. En su justificación hay que mencionar que por lo general no suelen movilizar a tantos votantes como las presidenciales, a lo que hay que agregar el cansancio del electorado debido a un intenso periodo en cuatro vueltas sucesivas marcadas por la polarización. 

En resumen, los resultados del 19-J dejan a Macrón muy debilitado, y para diversos analistas es factible que pudiera enfrentar el abismo de una Francia ingobernable, con un Parlamento hostil, dividido en tres bloques, dos de ellos de posiciones extremas. 

El panorama de su nuevo mandato será muy distinto al primero, debiendo recurrir a pactos, negociaciones y hasta ceder en áreas fundamentales. En palabras del Ministro de Economía, Bruno Le Maire, “hará falta mucha imaginación. Esta situación es casi inédita y constituye un riesgo”. Será un mandato con las manos atadas en el que se encontrará con constantes bloqueos, sobre todo en puntos tan polémicos: las pensiones, la reforma de la Renta de Solidaridad Activa y el control del gasto.

Algo similar no se vivía desde la reelección de François Mitterrand en 1988 confirmando que muchos franceses votaron en las presidenciales por Macrón para evitar la llegada de Marine Le Pen al Elíseo. Sin embargo, ella ha sido una de las grandes vencedoras de estas legislativas.

La líder ultraderechista ha manifestado “el pueblo ha decidido darle un lugar en la Asamblea a Reagrupamiento Nacional que tendrá la mayor representación en la historia del partido. Hemos conseguido lo que queríamos: dejar a Macrón en minoría, sin control sobre el poder, y seguir con la recomposición política que es esencial para la vida política”. 

Por su parte, Jean-Luc Mélenchon logró unificar a los sectores de izquierda colocando contra las cuerdas al presidente, aunque sin alcanzar la mayoría absoluta, que lo hubiese catapultado al cargo de Primer Ministro. Élisabeth Borne continuará desempeñándose como la segunda mujer que ocupa ese cargo. Sin embargo, persisten especulaciones que podría ser sustituida por Bruno Le Maire, Ministro de Hacienda, una figura de más peso en la política francesa. También se menciona a Bruno Le Maire, Gérald Darmanin o François Bayrou.

La nueva recomposición del Parlamento refleja la profunda división de la sociedad francesa: macronistas, melenchonistas y lepenistas, calificados de euroescépticos y antisistema, que contribuirá a complicar la gobernanza de Macrón, enfrentando lo que podría ser considerado “un campo minado”. 

No se descarta que Macrón pudiera obtener el respaldo de los Republicanos permitiéndole una mayoría absoluta. No obstante, Christian Jacob el líder del republicanismo ha dejado claro que continuarán formando parte de la oposición. Por esta razón, se especula que el destino de su nuevo mandato dependerá de la buena voluntad de los republicanos, de algunos integrantes de la izquierda o socialistas, que estarán dispuesto a otorgarle, en ciertas circunstancias, apoyo en la aprobación de sus reformas. 

En los próximos cinco años, Macrón tendrá que gobernar un país que se aleja cada vez más del centro, y para muchos estos resultados constituyen el comienzo del fin de macronismo. Desde ya se piensa que el gobierno podría enfrentar un voto de desconfianza en cualquier momento luego del inicio de la actividad parlamentaria.

Ante este complicado panorama, Macrón puede, de acuerdo con la constitución, disolver el parlamento y convocar a nuevas elecciones. La pregunta que se plantea es si puede luchar contra su instinto individualista. Es un político pragmático, un negociador persuasivo, pero renuente a compartir el poder. La sombra de la disolución de la Asamblea Nacional parece ser la única salida.

Se estima, por lo tanto, que el presidente necesita volver al papel de árbitro y dejar a tras el personalismo que lo ha caracterizado para tratar de calmar el malestar que persiste en las calles. Francia tendrá que aprender a actuar con una mentalidad consensuada al estilo de Alemania y evitar situaciones semejantes a las que prevalecen en Bélgica.

En fin, fortalecido con su segundo mandato, se dice que pretende inventar un "nuevo método” de gobierno, más colaborativo, en particular con organismos intermediarios. La idea de Emmanuel Macrón es insistir en el valor del trabajo y la creación de riqueza; no simplemente distribuir ayuda sin control alguno. El principal problema que se plantea es, que es lo que quiere hacer con su mandato. La guerra en Ucrania y la presidencia francesa del Consejo de la Unión están consumiendo esa energía que tanto necesita el ejecutivo.

Tanto para los diputados como para su gabinete, la inseguridad será la norma. Solo Emmanuel Macrón es el único intocable. Aún tiene por delante un largo periodo para poner en funcionamiento su nuevo proyecto de gobierno.

En cuanto a los resultados de las elecciones autonómicas de Andalucía, es evidente que tendrán su impronta en el devenir de la política española en general y en particular en el gobierno de Pedro Sánchez. Con ese triunfo el Partido Popular confirma su claro ascenso electoral, mientras el PSOE se estanca, la ultra derecha se frena, la izquierda se desinfla y Podemos se diluye desapareciendo del Parlamento al perder sus 21 diputados. El PP, ganador absoluto con 58 escaños (1.582.412, 110.8 %) con un incremento de 32 curules con respecto a las elecciones anteriores, podrá gobernará en solitario sin necesidad de aliarse nuevamente con VOX. 

Andalucía es la segunda región más grande y poblada de España, que por mucho tiempo mantuvo respaldo significativo al PSOE constituyéndose en su fuerza predominante desde la llegada de la democracia española en 1978 hasta 2019.

Esta vez, sin embargo, el pueblo andaluz le asentó su más severa derrota, mientras el PP consiguió su primera mayoría absoluta en las autonómicas al conquistar las ocho de las provincias, incluyendo un significativo triunfo en la emblemática ciudad de Sevilla. También frenó el ascenso de Vox, partido de extrema derecha, cuyos primeros logros los había alcanzado en Andalucía hace cuatro años. 

Dichos resultados se deben en gran medida a la acertada postura del nuevo líder del PP Alberto Nuñez Feijoo quien ha realizado un giro ideológico hacia el centro, junto con la candidatura de Juanma Moreno un gerente competente que ha sabido adaptarse a la crisis por la que atraviesa el Reino logrado mejoras en diversas áreas y rebajando los impuestos. 

Diversos factores influyeron en esta derrota, destacando entre ellos la Guerra en Ucrania, la pérdida del poder adquisitivo por la inflación, el alto costo de la energía y el temor de que haya restricciones en el suministro de gas para el próximo invierno luego de que Pedro Sánchez se distanciase de Argelia a causa de su nueva postura en favor de Marruecos. Para muchos andaluces, de igual forma, el amplio legado de corrupción dejado por la hegemonía socialista fue de mucha importancia.

La decisión de gran parte de los votantes fue impulsada, además, por el deseo de favorecer la estabilidad, la continuidad del gobierno regional frente al gobierno central, así como frenar el crecimiento de la extrema derecha. La consigna “todos contra Sánchez” funcionó al reducir a solo 30 curules lo que constituye una verdadera hecatombe para el PSOE. Estos factores han contribuido a conformar un escenario poco propicio para la actual administración en sus aspiraciones por mantenerse en el poder.  

Congruente con este triunfo el PP está encaminado a utilizarlo como trampolín para catapultarse a nivel nacional con miras a las próximas elecciones generales, aunque hay quienes consideran que todavía falta un largo camino pudiéndose producir un rebrote en el respaldo a los socialistas. En general los analistas políticos coinciden que Pedro Sánchez está herido, pero no acabado. Es necesario, además, tomar en consideración que solo el 58% del electorado andaluz se volcó en esta contienda.

Este resultado es considerado aún más contundente que el obtenido por Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid hace aproximadamente un año, y hablan del inexorable cambio del siclo político, así como del fracaso histórico de la izquierda. dicho triunfo contribuyó al surgimiento otra figura política, Moreno Bonilla, quien pudiera estarle disputando su supremacía a Díaz Ayuso, dejando al mismo tiempo en una posición privilegiada al nuevo líder del PP Alberto Nuñez Feijoo. 

Según un informe del periódico el Mundo de Madrid, Nuñez Feijoo ganaría hoy las elecciones generales de España superando en 38 escaños a Sánchez y 5,3 en la estimación de voto y atraería a más de 600 mil votantes del PSOE. Seis de cada diez españoles rechaza la gestión del gobierno incluido un 29% de los votantes socialistas.  

El panorama político de cara a las elecciones generales no se vislumbra favorable para la actual administración debido a que el próximo año tendrán lugar elecciones en otras doce comunidades españolas incluyendo Aragón Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León Extremadura, Madrid, Murcia, Navarra y La Rioja las cuales pudieran servir para definir un poco más la tendencia hacia el PP.

En conclusión, en estas elecciones del 19-J las posiciones ideológicas salieron en paridad de condiciones con triunfos para la derecha, el centro y la izquierda. En el caso de las legislativas francesas fue un triunfo agridulce para el Presidente Macrón que habiendo ganado perdió la mayoría en la Asamblea Legislativa y deja una gran incógnita sobre su futuro político, mientras que el Partido Popular se llevó el resultado más alentador que lo coloca como candidato firme para desplazar al PSOE del gobierno en un futuro cercano. 

Con respecto a Colombia, el éxito de la denominada Izquierda Republicana sigue generando muchas dudas, las cuales solo podrán despejarse a partir del 7 de agosto cuando Petro asuma como el primer presidente de izquierda en el país del Corazón de Jesús. 

Las elecciones en Colombia confirman la tendencia del voto en los países del subcontinente en los últimos tiempos que ha variado de izquierda a derecha y ahora nuevamente hacia la izquierda de forma pendular. Marta Lagos de BBC Mundo señalaba que “lo importante es cambiar de lado para ver si las cosas mejoran, porque el grado de descontento en América Latina nunca había sido más alto que ahora”, atrayendo esos votos cruciales del centro, a objeto de que la acción del Estado se concentre en disminuir la desigualdad económica.

Anteriormente, los presidentes de izquierda se distinguían por ser más radicales, como Hugo Chávez, o moderados, como Lula o Michelle Bachelet. Hugo Chávez, Evo Morales, Lula y Rafael Correa fueron protagonistas de la "marea rosa" de gobiernos de izquierda en la década de 2000. 

Los gobernantes de esta nueva ola son mucho más heterogéneos. La ideología cada día ha ido perdiendo relevancia y los votantes se ha ido desplazando hacia el centro político, de manera que para el lado que se inclinen sus votos definirán la victoria de los partidos de izquierda. Hoy algunos líderes de izquierda parecen más dispuestos que en el pasado a desmarcarse de otros en la región.

Sin embargo, mientras en Europa se alejan un tanto de posiciones radicales, en America Latina el mapa se va pintando de rojo de forma progresiva sin descartar el posible triunfo de Lula Da Silva en Brasil a escasos meses de las elecciones presidenciales. Solo quedarían un reducido número de países dentro de la órbita centro-derecha incluyendo el caso de Ecuador, cuyo Presidente, Guillermo Lasso, a duras penas pudo solventar su más reciente crisis política.

 

 

 

 

 


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