Estados Unidos -Irán: La guerra cibernética como parte de la guerra híbrida
Escrito por Jonathan Benavides | @J__Benavides   
Miércoles, 27 de Abril de 2022 07:25

altLas tensiones parecen estar aumentando nuevamente después de una presunta pausa de varios meses en una batalla abierta de propaganda

y una guerra psicológica entre los Estados Unidos y sus aliados, por un lado, y la República Islámica de Irán, por el otro.

Aparentemente, la situación actual difícilmente podría describirse como un momento de calma, ya que Washington, con obstinada coherencia, siguió informando sobre nuevas sanciones contra Irán, salpicando los informes con retórica anti-iraní. En Teherán, apareció una serie de sentimientos antiestadounidenses y antiisraelíes que pedían una lucha contra el enemigo. Sin embargo, las pasiones aún no alcanzaron el grado de una guerra "caliente" que se informó en el verano y principios del otoño.

Mientras tanto, algunas batallas invisibles secretas se libraron en el ciberespacio durante este período "tranquilo" sin cesar. Al igual que sucede en todas partes en nuestros tiempos difíciles.

Según Reuters, en respuesta al ataque de contra instalaciones petroleras en Arabia Saudita, Estados Unidos ha estado lanzando ataques cibernéticos a las instalaciones técnicas de la infraestructura de propaganda de Irán con el fin de socavar las capacidades de Irán en esta área. En 2020, según esta agencia británica, una investigación descubrió más de 70 sitios web que difundían propaganda iraní en 15 países.

El ministro iraní de Tecnologías de la Información y la Comunicación, Eisa Zarepour, ha expresado sus dudas de que la campaña cibernética estadounidense tenga éxito, alegando que los estadounidenses deben haber estado soñando con eso. Pero en Octubre pasado, hablando en una conferencia de seguridad, reveló que Irán tiene un proyecto de ciberseguridad cuyo nombre en código es Fortaleza Digital (Dejfa), que permitió a Irán repeler 33 millones de ciberataques en 2020.

Sin embargo, parece que Irán tiene el potencial no solo para defenderse en el ciberespacio, sino que también puede participar en operaciones extensas. También en Octubre pasado, el servicio de prensa de la corporación informática Microsoft informó sobre las actividades del grupo de piratas informáticos Phosphorous, que, según dijo, tenía vínculos con el gobierno de Irán

Según el informe de Microsoft, los expertos de Microsoft Threat Intelligence Center (MSTIC) han registrado un repunte en la actividad cibernética de un grupo llamado Phosphorous. Los piratas informáticos pretendían descifrar las cuentas de funcionarios actuales y anteriores del gobierno de EE.UU., periodistas que han estado cubriendo política internacional y de destacados iraníes que viven en el extranjero. Microsoft afirma que durante un período de 30 días en Agosto y Septiembre, los piratas informáticos de Phosphorous realizaron más de 2.700 intentos de apoderarse de los datos almacenados en los buzones de correo electrónico de diferentes personas atacando 241 cuentas. Sin embargo, solo pudieron descifrar cuatro cuentas.

El informe también deja en claro que el grupo de piratas informáticos "no demostró ninguna habilidad particular en el manejo de tecnología altamente sofisticada". A pesar de esto, poseían mucha información sobre las personas cuyas cuentas habían atacado. A juzgar por esto, Microsoft concluyó que los piratas informáticos de Phosphorous están bien motivados y dispuestos a dedicar el tiempo necesario para recopilar información sobre posibles víctimas y preparar los ataques. Microsoft ha estado rastreando al grupo Phosphorous desde 2013. En Marzo de 2021, los representantes de Microsoft informaron que la compañía había recibido un fallo judicial que le permitía asumir el control de 99 sitios web que habían sido utilizados por piratas informáticos de Phosphorous para llevar a cabo ataques cibernéticos. Microsoft dice que el grupo anterior también se conoce como ART 35, Charming Kitten y Ajax Security Team.

Así, los informes de operaciones cibernéticas entre Estados Unidos e Irán han confirmado una vez más que las tensiones en las relaciones entre Estados Unidos e Irán no muestran signos de disminución y están adquiriendo un nuevo formato.

Dada la situación, debemos recordar que Irán tiene otro "enemigo acérrimo": Israel, que ha llevado a cabo repetidamente ataques cibernéticos contra Irán. En el tan comentado ciberataque al centro nuclear de Natanz en 2010 más de mil centrífugas quedaron paralizadas por el virus Stuxnet, que había sido desarrollado por EE.UU. e Israel. En ese entonces, Israel y Estados Unidos lograron usar la primera arma cibernética del mundo y, por lo tanto, lanzaron un nuevo campo de batalla. Stuxnet demostró que el ciberespacio se puede utilizar para llevar a cabo no solo operaciones de información e inteligencia, sino que también puede causar daños tangibles al enemigo.

En medio de las protestas masivas que están teniendo lugar en Irán desde mediados del año pasado en relación con el aumento de los precios del combustible, el uso de la tecnología cibernética por parte de los opositores de Teherán conlleva una amenaza potencial para el régimen. Lo más probable es que estos mítines tengan el mismo final que los políticos de 2009 o los económicos de 2017 – 2018: los manifestantes retrocederán y al cabo de un año de las protestas l represión terminará amordazando a los protestantes, como ya lo vamos viendo desde Diciembre. Sin embargo, a medida que los instrumentos de guerra cibernética avanzan año tras año, es difícil decir qué papel jugará la esfera cibernética en Irán en el futuro cercano.

Mientras tanto, la carrera de las armas cibernéticas está ganando fuerza en todo el mundo, incluidos los EE.UU., Israel e Irán. Dada la situación, la guerra cibernética se está convirtiendo en un elemento esencial de la guerra híbrida entre Estados Unidos e Irán. Esta guerra cibernética, si bien contribuye a la desconfianza y la hostilidad mutua, puede conducir al estallido de una “guerra caliente”, que está plagada de las consecuencias más impredecibles y, Dios no lo quiera, catastróficas, y no solo para las partes en conflicto.

En este sentido, una presión cada vez mayor sobre Irán por parte de la administración Trump, que comenzó en el momento en que EE.UU. abandonó el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) en mayo de 2018, desencadena una respuesta adversa similar de Teherán, incluso en el ciberespacio.

En estas condiciones, como escribe Bonnie Christian en un artículo titulado “Por qué los ciberataques estadounidenses no funcionan contra Irán”, publicado en la web de The American Conservative, “…la doble estrategia cibernética económica de Estados Unidos (ciberataques y sanciones) resultó ser extremadamente arriesgado y contraproducente. Esta estrategia contribuye a una mayor escalada de políticas agresivas por parte de Irán. De hecho, la campaña estadounidense de “máxima presión” les hace el juego a los iraníes de línea dura, socavando a los grupos moderados en Teherán. Por esta razón, será extremadamente difícil asegurar un arreglo de paz. “Es la diplomacia y la perseverancia, no los ataques digitales o económicos, lo que nos permitirá obtener lo que queremos de Irán”.

Y es difícil no estar de acuerdo con esta afirmación.


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