El defensa se ha consagrado como titular en el Madrid en una campaña en la que ha levantado su cuarta Champions con tan solo 25 años.

Poco se habla tras la decimotercera Champions League del Real Madrid de un hombre que a sus 25 años es todo un experimentado en la materia. Un defensa que ha rendido a su mejor nivel desde su llegada hace ya siete temporadas. Un francés que el Santiago Bernabéu ansía seguir viendo durante mucho tiempo vestido con los colores de su equipo. Él es Raphael Varane.

El joven central ha cumplido su primera temporada como titular indiscutible al lado de un Sergio Ramos que se amolda a la perfección a su idea de juego. Esta ha sido la consagración de un hombre que lleva peleándose por el puesto desde que en la campaña 2011-2012 decidiera dar el salto al Real Madrid, el que ha sido su club desde entonces. Siete largos cursos en los que al francés le ha dado tiempo de conocer al equipo e ir ganándose palmo a palmo un hueco más que merecido en un 11 titular del que ya no se moverá hasta dentro de mucho tiempo.

Los inicios no fueron ni mucho menos fáciles, pues en su primera temporada, el jovencísimo Varane solo pudo disputar 15 partidos. Venía de un fútbol muy diferente, como es el francés y en él no estaba acostumbrado a un ritmo tan alto como al que se juega en España.

Precisamente esa fue la razón por la que Raphael tuvo en las dos siguientes campañas una baja participación con el equipo. En la 2012-2013 elevó sus prestaciones hasta los 33 partidos, pero en la 2013-2014 volvió a bajar de nuevo a los 23 encuentros. Este fue un tramo duro y en el que el francés tuvo que ganarse la confianza de sus entrenadores para jugar cada minuto.

Sin embargo, todo cambió a partir de ahí y fue en la siguiente temporada, la del 2014-2015, cuando Varane notó ese crecimiento de partidos en sus piernas. Desde entonces, en estos cuatro cursos acumula una media de casi 40 encuentros, hecho que demuestra la importancia que ha tenido el defensa en los buenos resultados obtenidos en dicho tiempo por parte del club blanco.

Precisamente ese fue el año del doblete con Carlo Ancelotti. El Madrid ganó la Copa del Rey y la Champions League, la tan ansiada décima. Y, a partir de ese momento, los minutos de Raphael han ido acompañados de los grandes éxitos de un club que nunca se cansa de ganar. A su palmarés le podemos añadir otras tres Champions, dos Ligas Santander, dos Supercopas de España, tres Supercopas de Europa y tres Mundiales de clubes. Este hecho demuestra que desde que el central está rindiendo a primer nivel, su equipo parte como favorito en las apuestas para ganar cualquier competición, una simbiosis que ambos tratarán de alargar lo máximo en el tiempo.

No parece que el camino del Madrid y el de Varane se vaya a separar en los próximos años, lo que indica que el francés será un defensa de los que marcan época, pues parece haber encontrado su sitio en un conjunto donde si nada cambia será titular durante varias temporadas más.

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