Cuarta semana de abril: otro round para la oposición
Escrito por Alexis Aponte | X: @alexisaponte14   
Martes, 02 de Mayo de 2017 00:00

altLa última semana de abril del 2017 será recordada por los hombres y mujeres caídos en las diversas protestas a nivel nacional.

Las universidades públicas y privadas dando su cuota por la  Democracia y la Libertad. Gente común que dejan de serlo,  al regar con su sangre y su vida estas jornadas de lucha. Esta semana, y en especial los últimos tres (3) días, se ha sentido un sentimiento de dolor, impotencia y tristeza, tres características del luto. Sin embargo, después del luto, continúa el conflicto y sus consecuencias. Algunos con más rabia, otros con más fuerza  y confianza que se está en el camino correcto, en todo caso, la lucha continúa.

Un evento importante lo constituye el manifiesto aprobado por la Asamblea Nacional (AN) que puede convertirse en una hoja de ruta. La AN en cierta forma ha asumido el papel que le corresponde a la Mesa de la Unidad Democrática, (MUD) partiendo de la defensa de su vigencia frente al resto de los poderes públicos. Además resuelve un problema que tiene la MUD, en la AN están todos representados y  las decisiones hay que votarla y se asumen por mayoría. 

Los 7 puntos del manifiesto aprobado por la AN

  1. Convocar elecciones conforme a nuestra Constitución, con un Consejo Nacional Electoral (CNE) imparcial, apegado a la ley venezolana.}

  2. Se activen mecanismos que le permitan a la Constitución realizar elección presidencial anticipada.

  3. Que se fije de manera inmediata un cronograma electoral integral que garantice celebración en 2017 de elecciones regionales.

  4. Que se permita la activación del canal humanitario para atender las necesidades básicas en medicinas y alimentos.

  5. Que se respete la Asamblea Nacional y se garantice su autonomía financiera y se le devuelvan las competencias usurpadas por el Tribunal Supremo.

  6. Que sean liberados todos los presos políticos.

  7. Por último, desmovilizar a paramilitares y desistir de distribuir 500.000 armas a civiles.

Resaltan varios puntos determinantes para una posible solución a la crisis: Elección presidencial adelantada, que si bien no la tiene considerada la Constitución, el presidente de la república puede renunciar o disminuir su período presidencial y llamar a elecciones generales o presidenciales. Hay antecedentes en el mundo y en Venezuela. La activación del canal humanitario en materia de alimentos y medicinas, con el fin de mitigar las carencias básicas del venezolano. La libertad de todos los presos políticos, esta condición es básica para ir a unas elecciones presidenciales en igualdad de condiciones para todos los candidatos. Por último, la desmovilización de los paramilitares o grupos de terror es clave y así devolver el monopolio de las armas a las fuerzas armadas tal como lo establece la Constitución Nacional.

Por el lado del gobierno, mal venido en régimen, los mensajes que envía al mundo son: represión desmedida, terror,  utilizando para ello a los grupos paramilitares, razias en las barriadas caraqueñas y del interior del país, detenciones indiscriminadas de participantes en las manifestaciones y de supuestos golpistas, por el simple hecho de discrepar de la política represiva en desarrollo y del rompimiento del hilo constitucional.

El régimen en el desarrollo de la crisis ha lanzado “barajitas”,  algunas conocidas, tales como el tema del diálogo, con los mismos actores, en las mismas condiciones y que  ha sido rechazado por la  oposición. Luego recurrió a las elecciones de alcaldes, lo cual es una obligación constitucional este año, por lo tanto, no puede ser objeto de negociación. Habló incluso, de elecciones de gobernadores, las cuales están vencidas desde diciembre 2016, sin precisar fechas, obviamente, en el fondo no quieren hacerlas, porque las perderían todas.

Ahora plantea llamar a Constituyente, pero no a la consulta directa y secreta del pueblo, sino como una elección de segundo grado, lo cual es simplemente una estafa a la voluntad popular.

El mensaje es claro: el régimen sabe que tiene que jugar en el tablero, pero se le están acabando las fichas. Sólo le queda la represión y ésta no es infinita y le incrementa el costo de salida.  La oposición ha aprendido y sabe que cualquier paso en falso sería desastroso como políticos y como partidos. Ha aprendido tanto que no le atiende las llamadas a Leonel Fernández y a estas alturas creo que ni siquiera al Papa.

    


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