Si esto es una oposición
Escrito por Primo Pinto   
Miércoles, 25 de Enero de 2017 12:26

alt¿Qué agregar a esta bofetada en el rostro dada por el pueblo al llamado de la MUD?

A María Corina Machado

El humillante fracaso de su convocatoria a la marcha en conmemoración de otro aniversario más de un injustamente olvidado y arrumbado 23 de enero de 1958 , ha puesto al descubierto la pérdida de sustancia política, la absoluta orfandad de ideas y proyectos y el abandono en que se encuentran sus partidos, principalmente los que controlan la llamada Mesa de Unidad Democrática y ustedes, sus principales dirigentes. Cuyo divorcio respecto de los anhelos y las aspiraciones de nuestra sociedad civil no puede ser más manifiesto. Un trecho entre ustedes y el pueblo, la sociedad civil y la sociedad política que se amplía con cada día que pasa, profundizando el abismo en que nos encontramos y facilitando consciente o inconscientemente, deliberada o necesariamente el control de Venezuela por una minoría hamponil, que no cuenta con otra herramienta de Poder que la violencia bruta y el respaldo, vergonzante y al parecer indeclinable, de las que en el pasado fueran las fuerzas armadas venezolanas. A las que cabrá recordarles la traición en que han incurrido, entregando la soberanía de nuestra Patria a la tiranía cubana y vendiendo su respaldo a su satrapía en tierra firme.

Por lo visto, y tras tanto fracaso reiterado, promesa incumplida y proyecto desvirtuado, los caminos han terminado por separarse: de un lado quienes se abrogan y se aprovechan de la representación del pueblo opositor - hoy absolutamente mayoritario – usurpándolo para sus fines y ambiciones a la sombra de la hegemonía mediática sobre los despojos de los medios que aún controlan, las burocracias y aparatos de sus partidos personales – AD, PJ, UNT y AP -; y del otro ese pueblo que lleva dieciocho años acumulando fuerzas tras su objetivo de desalojar al régimen sin encontrar otra respuesta que persecución, cárcel, muerte y miseria, sin haber servido hasta ahora más que de carne de cañón electoral a las ambiciones personales de esas franquicias del pasado, llamados partidos democráticos. Sombras de lo que un día fueran.

Pero esta vez ese pueblo no obedeció consignas engañosas ni se prestó a firmarle un cheque en blanco a quienes jamás pensaron en oponerse seriamente y de verdad a un régimen del que, ademas de prebendas y canonjías esperan heredar los despojos por la simple fuerza de la inercia y la gravitación políticas: cuando al sátrapa se le hayan agotado sus pertrechos, sus pandillas hayan acumulado suficientes fortunas, tengan medio millón de asesinatos a sus espaldas y hayan destrozado de raíz al país que se han propuesto devastar sistemática y conscientemente por encargo de Cuba. El principal enemigo de nuestra república desde tiempos independentistas, cuando sirviera de base a las tropas de la corona española que pretendían reconquistarnos. Provocándonos la extinción de un tercio de nuestra población y la ruindad de tres siglos de acumulación civilizatoria. Y lo que causa mayor desasosiego y angustia, con la explícita, entusiasta y muy bien recompensada colaboración de quienes debían ser la última válvula de seguridad del sistema constitucional y democrático que nos rigiera desde esa fecha ya brumosa e incomprensible, hace 59 años. Los ejércitos venezolanos.

¿Qué agregar a esta bofetada en el rostro dada por el pueblo al llamado de la MUD? ¿Cuáles han sido las razones de esta aparente apatía y este criminal conformismo frente a un régimen hamponil, mafioso, homicida y ladrón, dirigido por un agente de los servicios de inteligencia cubanos sobre cuya nacionalidad persisten las más serias dudas y de cuya decisión de obedecer la orden de devastar nuestra república no caben ni siquiera interrogantes?

Sería un grave error creer que tras esa decisión de no obedecer las consignas de quienes se preparan para volver a sentarse en una mesa de diálogo y darle carta blanca a la dictadura para seguir el rumbo, primero hasta el 2019 y luego hacia su entronización definitiva, se expresa el miedo al Estado policial, callada aceptación de los sufrimientos y humillaciones al que nuestro pueblo se ve sometido de la mañana a la noche o un conformismo masoquista, suicida e irreparable. De ninguna manera. El pueblo continúa tan indignado y contrario al régimen como nunca antes. Así se vea obligado a bajar el testuz y humillarse a diario en colas infames para tener qué llevarse a la boca. Pero no siendo estúpido, se niega a seguir dándole su confianza a quienes no se la merecen. Seguir a dirigentes oportunistas, mezquinos y mendaces, que negocian a espaldas del pueblo sus propias ventajas y carecen del más elemental coraje como para sacar a patadas a quienes usurpan el gobierno del país y se lo entregan de gratis a los tiranos cubanos. Comienza a decantarse el desprecio. El más grave daño a nuestra vida política desde el reprobable derrocamiento legal de un presidente de la república por satisfacer odios, rencores y mezquindades.

Las pruebas son irrefutables. Cuando dichas convocatorias han coronado un proceso sistemático de acumulación de fuerzas y prometían un enfrentamiento frontal con la dictadura, respondiendo al coraje, la voluntad y la decisión de líderes de clara vocación patriótica y libertaria decididos a dar sus vidas en el combate por las aspiraciones populares – como lo demostraran Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma durante las soberbias manifestaciones de LA SALIDA – las expectativas de asistencia se han visto colmadas e incluso superadas por las más optimistas previsiones. Y ni siquiera la mortandad provocada por los esbirros uniformados de la dictadura lograron ponerles freno.

Lo mismo sucedería durante el año 2015 y 2016, cuando el régimen había encarcelado a los líderes de LA SALIDA, acorralado a María Corina Machado e incluso condenado a su principal activo, el líder de Voluntad Popular Leopoldo López. El último de esos ejemplos sucedió hace apenas algunos meses, cuando a lo largo y ancho del país las fuerzas democráticas se preparaban para asaltar los bastiones del poder burocrático del Estado.

En ninguno de esos ejemplares intentos de insubordinación colectiva sus fuerzas fueron vencidas por las escuálidas aunque asesinas bandas de respaldo de la dictadura. Soldadesca corrupta y colectivos criminales. Fueron vencidas por la traición de las mismas dirigencias que convocaban ayer a manifestarse en conmemoración del acto más trascendental de nuestra historia democrática, pues le dio origen. Fueron derrotadas por la traición del aparato internacional de la dictadura – Raúl Castro, el Foro de Sao Paulo, Samper, la UNASUR y ahora incluso la Internacional Socialista de Rodríguez Zapatero, las cancillerías filo chavistas y, lo que lastra las ejecutorias políticas del llamado liderazgo opositor posiblemente para siempre, por la dirigencia de la MUD que rechaza por principio el desalojo del régimen que no sea por la vía electoral y la buena pro de la propia dictadura. Vale decir: el día de las calendas griegas.

¿Cómo habrían de obedecer ese espurio llamado si sabían que no era más que una estratagema para aparentar fuerza en la mesa de negociaciones que ya habían pactado? ¿Cómo habrían de obedecer ese mendaz llamado si tenían clara conciencia que no tendría ningún efecto práctico, pues toda potencia revolucionaria e insurreccional sería castrada con las burdas manipulaciones de las ordenanzas a la paz, el entendimiento y el logro de los objetivos acordados con el régimen? ¿Cómo habrían de llenar las calles con su ira y su indignación si la palabra Miraflores ha sido tabuizada y la palabra derrocamiento ha sido maldecida?

Es tan evidente y descarada esa sumisión que los términos propuestos por los auto denominados mediadores, salidos de las faltriqueras de la tiranía cubana bajo préstamo temporal y sin intereses de la Internacional Socialista, exigen reconocerle una pura y diáfana nacionalidad venezolana a un colombiano, demandan reconocer su presidencia hasta el 2019 y sentarse a esperar hasta entonces sin un solo gesto de agravio. No han dado el nombre de quien debiera ser el candidato que entonces se oponga a Tarek El Aissami, porque ya está en boca de todos. ¿Quién si no, estando Leopoldo López condenado, Antonio Ledezma preso y María Corina Machado inhabilitada? Restan algunos nombres gratos al juego del gato y el ratón de la satrapía: Henrique Capriles Radonski, Henry Ramos Allup, Manuel Rosales y Henry Falcón. Con un solo objetivo. Terminar por hundirnos el puñal por la espalda.

Que la ominosa claudicación les favorezca.


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