Somos potencia económica. Ahora también somos potencia deportiva. Todo producto de la revolución bolivariana.

Hay que tener la cara bien dura para –siendo el presidente de un país- hablar de los logros de una revolución que ha acabado con el país, la nación y la patria. Sí, con los tres, por si algún  académico quiere caer en una discusión semántica. Acabaron con todo.

Tres medallas, ninguna de ellas de oro, nos han colocado en un lugar preponderante en el deporte mundial. Eso lo dijo Nicolás. Cierto que estamos orgullosos de nuestros atletas, pero de ahí a validar la expresión de Nicolás, hay un  largo trecho. Preponderante Estados Unidos con 121 medallas o China con 70. De potencia económica, salvo que sea una nueva teoría de la física cuántica, nadita de nada.

Basta de mentir. Basta ya de tratar de engañar incautos, pues quedan pocos.

La democracia que nuestros padres le arrebataron a la dictadura está en fase terminal. Tibisay y Nicolás la acompañan a un lado de su lecho de enferma. Parecen rezar, pero para que fallezca.

El primero de septiembre la sociedad se pondrá sus pantalones largos. Se acabará el juego de carritos y unas rabias se unirán a las otras para pedirle al gobierno que siga las reglas que nos dimos en democracia. Ya siento el clamor de una gentarada.

@pereiralibre