Somos una nación que le dio una oportunidad a un grupo de encantadores de serpientes, que defraudaron a la nación y estafaron a su gente.

Somos una avalancha de ciudadanos que deseamos y luchamos por una nación mejor, una Venezuela distinta, una república realmente democrática y civilista.

Somos un territorio que ha sido ultrajado por unos hampones socialistas, que ha sido despojada de parte de sus bienes.

Y por esta razón le preguntamos, como si fuéramos un solo ser, a Tibisay Lucena ¿qué esperas?

La Presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) siguiendo órdenes de Miraflores se encuentra a la espera de un milagro para Nicolás.

Y aunque soy un creyente y sé que los milagros existen, también estoy seguro que éste no vendrá a salvar al responsable de la crisis política, social y económica que mantiene a Venezuela en una emergencia de niveles humanitarios.

¿Qué espera Tibisay? Será que aguarda que más venezolanos sigan comiendo de los basureros, que más venezolanos caigan en la mendicidad.

¿Qué espera Tibisay? Será que ella, e igual que los otros jerarcas del régimen, disfrutan viendo a las madres con sus bebés en brazos haciendo colas de 5 y hasta 8 horas.

En Miraflores no le interesa que nuestros niños estén desnutridos. En Miraflores no le tiembla el pulso para ordenar a la Guardia Nacional reprimir a trabajadores, mujeres y ancianos.

¿Qué le puede importar? Nosotros sabemos que los venezolanos tenemos un norte, y ellos también lo saben, y ese norte es sacar a Maduro de Miraflores y darnos un nuevo y mejor gobierno.

No terminan de acelerar los tiempos, porque esperan nuevamente el incremento de los precios del petróleo para revivir la práctica de “Don Regalón” que tanto daño nos ha hecho en la práctica económica. No terminan de dar las fechas para la recolección del 20% de las firmas porque el CNE y Nicolás Maduro le tienen pánico que el Referendo se efectúe este  mismo año.

Si las elecciones se efectuasen este domingo, la fuerzas de la unidad le propinarían la más terrible de las derrotas a un régimen, que con tan sólo verlo de refilón, nos percatamos que se encuentra boqueando.

Y sabemos los porqués por los cuales Tibisay está esperando un milagro, ya entendemos que están desesperados y son capaces de hacer lo impensable para mantener en el Palacio de Miraflores.

Frente a esto, más unidad que nunca.