Antier comenté que en septiembre la temperatura política aumentaría pronto, pero no tan rápido como está sucediendo.

Este lío de maduro con Santos para poder ser entendido, debe ser analizado con suspicacia y prestando atención a la secuencia de los hechos. La conducta más agresiva del cachaco debe ser analizada con detenimiento, no así el enculille de maduro, el tamborilero.

Lo de Santos puede ser, en primer lugar, porque las encuestas lo tienen abajo y vienen elecciones pronto allá y el señor presidente Uribe le quiere ver el hueso, una segunda razón puede ser que el escenario de conflicto que hacen los estrategas colombianos los favorecen ampliamente dada la debilidad del régimen chavista, la pésima situación económica de Venezuela y la mala imagen que tienen los militares venezolanos ante la opinión pública tanto nacional como internacional, y si eso es así, los diálogos de paz en La Habana se quedarán en el tintero.
Una tercera razón puede ser que Santos le quiera cobrar la reciente derrota diplomática que sufrió Colombia en la OEA, que en lo personal me parece una necedad, pero es que a mí lo diplomático me parece banal cuando no está dominado por las necesidades económicas. Puede ser también una jugada a dúo con los gringos, que ya mostraron su desagrado tras la disparatada decisión de la OEA de no investigar violaciones a los derechos humanos, y probablemente Brasil saldrá perjudicado pues los gringos tomarán represalias por la forma como votaron, ya que los brasileños mostraron que no tienen sentido de liderazgo en la región y sur América se ha vuelto un desastre, desde que los gringos le dieron el voto de confianza a Brasil para incluirlo como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, y eso implica el deber de tener una racionalidad política, por encima de las ideologías de los gobiernos. Por otro lado, en un eventual conflicto con Colombia, sin duda, Estados Unidos se alineará con la hermana república, pues Colombia siempre ha sido leal con los gringos, desde mandar soldados a pelear en la Guerra de Corea en los años 50 o votar contra Argentina en el conflicto de Las Malvinas en 1978. Por supuesto, afortunadamente ese conflicto no se daría, pues la primera decisión gringa sería suspender las compras de petróleo a Venezuela y el congelamiento de las cuentas de los venezolanos en el imperio, e imagínense ustedes lo que eso representa. Sin embargo, como la política la inventó el diablo, quién quita que esto no sea una jugada acordada por Santos y maduro detrás del escenario, como una suerte de boxeo de sombra, que con ese conflicto pueden ambos sacarle réditos políticos, pues de una eventual tirantez diplomática ambos gobiernos pueden lograr cierto apoyo público que se puede volver apoyo electoral, ya que a fines de año habrá elecciones en ambos países y ese rédito puede ser también la suspensión del torneo electoral.

Basta que los talibanes de la oposición empiecen a atacar a maduro o a hablar bien de Santos, para que los chavistas traten de obtener beneficios electorales por esos disparates. El tema opositor debe centrarse solo exclusivamente, y nada más que en los derechos humanos de venezolanos y colombianos. Ojo pelao pues.

La foto del día es la famosa guardia negra de Cipriano Castro, un cuerpo de élite constituida por macheteros de los alrededores de Caracas y que constituían lo que sería hoy la guardia de honor presidencial. En todos nuestros conflictos los humildes han sido las víctimas de las ambiciones políticas de los tiranos, pero también la cara más oscura de los peores despotismos.