Las maquetas de las planchas y las candidaturas en las elecciones internas de la oposición fue posible porque se llegaron a acuerdos factibles que se cumplieron,

pese a que mucha gente valiosa fue sacrificada, a pesar de haber hecho un gran trabajo legislativo o político, y a sus expensas se logró el consenso.

Mucho ha tragado grueso y recibido chantajes la MUD para hacer posible esa maqueta. Y las elecciones se hicieron con total transparencia y eficiencia, y con seguridad para los votantes y candidatos, pese a que algunos de ellos estén en situación de minusvalía temporal. Esa elección interna fue un éxito importante.

Cuando uno pacta con los aliados, debe respetar las reglas del juego, sobre todo si los aliados han cumplido escrupulosamente los acuerdos y es en el seno de la MUD que deben ser tomadas las decisiones por consenso para adelantar las políticas, que si hablamos de unidad, deben ser concertadas. No es conveniente que una vez pasada las elecciones candidaturales, grupo alguno juegue posición adelantada hacia la MUD, al presentar una política de hechos cumplidos, como estrategia para imponer decisiones.

Cuando se participa en las elecciones internas de una alianza, se deben respetar las normas de esa alianza y es en el seno de ella es que se elaboran las estrategias políticas. Toda decisión debe estar inmersa dentro de una estrategia global a largo plazo, más aún cuando se está frente a un oponente tan inescrupuloso y con tantos recursos como es este gobierno que está buscando cualquier excusa para crear un caos ciudadano o suspender las elecciones porque está cercado. Yo asistiré el sábado a la marcha porque deseo la libertad de los presos políticos, y apoyo la política de masas en la calle, pero no apoyo que alguien el día de mañana, por costumbre, juegue adelantado con sus socios. Eso vulnera además un principio fundamental del éxito como es la Unidad y la unidad exige disciplina para que haya respeto mutuo, así uno esté consciente que para avanzar se necesite tanto de freno como de acelerador.

La foto del día es una vista del matadero nuevo de Caracas construido a finales de 1890, quedaba en donde está hoy el Nuevo Circo y estaba allí porque era la entrada sur de Caracas y por ese sitio llegaban las reses que venían al matadero desde los Valles del Tuy y de los Valles de Aragua. Las reses beneficiadas allí eran llevadas al mercado de San Jacinto donde se vendía la carne fresca, que de no ser comprada ese día, se salaba y se vendía después como cecina o carne salada. No existía entonces refrigeración. El anterior matadero, que quedaba en lo que hoy es la avenida San Martín fue ordenado por el capitán general Emparan, pero la guerra de Independencia hizo imposible que se construyera, lo que se hizo en época de Guzmán Blanco. En la época colonial el beneficio de reses se hacía en casas particulares, algunas de las cuales se dedicaron a hacerlo con frecuencia como una ubicada en la esquina de zamuro y se llamaba así porque siempre estaban los zamuros rondándola y en Caracas estuvo prohibido matar a los zamuros por que ayudaban a limpiar a la ciudad de los restos de comida en las calles.