Rufianería del siglo XXI
Escrito por Lorenzo Figallo Calzadilla   
Miércoles, 26 de Noviembre de 2014 03:10

Rufianería del siglo XXI
Escrito por Lorenzo Figallo Calzadilla
Al comisionado le encanta un micrófono. Cada vez que habla es para repetir la eterna historia. Con su monotonía temática agota al público del salón en cada jornada televisada. A los invitados de turno se les observa bostezando, con movimientos nerviosos de piernas y pendientes de los mensajes de sus respectivos celulares. Cansa también al país con la monserga constante. ¡Qué falta de creatividad tan grande! La planificación es inexistente al igual que la coherencia teórico-ideológica. A falta de análisis se extiende en intimidaciones, amenazas de represión y consignas. En cada alocución denigra de la oposición, con ello busca llenar el vacío argumental existente en su discurso.  Está ausente de las necesidades reales de la sociedad. Es el interlocutor de un cuerpo colegiado.
Desde hace tiempo manifiesta el deseo de aumentar el precio de la gasolina, busca un artilugio convincente para hacerlo. La matriz que insiste en imponer en la opinión pública se orienta al bajo costo de la misma. Es posible que sea necesario revisar el proceso de inversión y venta de dicho rubro, pero cuando se observan los lujos de la élite y el financiamiento de actividades político-económicas que el régimen hace en otros países con dinero de la nación este justificativo se tambalea.  La tiranía ante la caída del precio del petróleo pareciera estar urgida de conseguir plata con el fin de seguir pagando lealtades y mantener a la casta-vanguardia con buen movimiento de capital y suficientes comodidades.
Dijo el funcionario que “el incremento de la gasolina es un tema sensible”. Es muy cierto pues sería otro impacto al alto costo de la vida. Pero sensible es desde hace mucho tiempo la escasez de alimentos y medicamentos, así como la situación de crisis generalizada del sector salud. Se ha preguntado el intermediario, ¿cuántas personas han fallecido o aquellos que la enfermedad se les ha agudizado debido a la negligencia de su gobierno? Otras áreas de la seguridad social  delicadas y abandonadas son: empleo, ingresos, pensiones, educación, vivienda, transporte. Cabe destacar también en este panorama de desidia el nudo crítico que implica la inseguridad pública. Existe una calamidad integral.
Para el absolutismo los programas sociales son un tema secundario, fundamentalmente un ejercicio de propaganda. ¿Qué se puede esperar de un modelo que no es capaz de garantizar el derecho a la vida? Rufianería XXI.

altAl comisionado le encanta un micrófono. Cada vez que habla es para repetir la eterna historia. Con su monotonía temática agota al público del salón

 en cada jornada televisada. A los invitados de turno se les observa bostezando, con movimientos nerviosos de piernas y pendientes de los mensajes de sus respectivos celulares. Cansa también al país con la monserga constante. ¡Qué falta de creatividad tan grande! La planificación es inexistente al igual que la coherencia teórico-ideológica. A falta de análisis se extiende en intimidaciones, amenazas de represión y consignas. En cada alocución denigra de la oposición, con ello busca llenar el vacío argumental existente en su discurso.  Está ausente de las necesidades reales de la sociedad. Es el interlocutor de un cuerpo colegiado.

Desde hace tiempo manifiesta el deseo de aumentar el precio de la gasolina, busca un artilugio convincente para hacerlo. La matriz que insiste en imponer en la opinión pública se orienta al bajo costo de la misma. Es posible que sea necesario revisar el proceso de inversión y venta de dicho rubro, pero cuando se observan los lujos de la élite y el financiamiento de actividades político-económicas que el régimen hace en otros países con dinero de la nación este justificativo se tambalea.  La tiranía ante la caída del precio del petróleo pareciera estar urgida de conseguir plata con el fin de seguir pagando lealtades y mantener a la casta-vanguardia con buen movimiento de capital y suficientes comodidades. 

Dijo el funcionario que “el incremento de la gasolina es un tema sensible”. Es muy cierto pues sería otro impacto al alto costo de la vida. Pero sensible es desde hace mucho tiempo la escasez de alimentos y medicamentos, así como la situación de crisis generalizada del sector salud. Se ha preguntado el intermediario, ¿cuántas personas han fallecido o aquellos que la enfermedad se les ha agudizado debido a la negligencia de su gobierno? Otras áreas de la seguridad social  delicadas y abandonadas son: empleo, ingresos, pensiones, educación, vivienda, transporte. Cabe destacar también en este panorama de desidia el nudo crítico que implica la inseguridad pública. Existe una calamidad integral.

Para el absolutismo los programas sociales son un tema secundario, fundamentalmente un ejercicio de propaganda. ¿Qué se puede esperar de un modelo que no es capaz de garantizar el derecho a la vida? Rufianería XXI.



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