Siembra petrolera
Escrito por Pompeyo Márquez | @fundapompeyo   
Jueves, 28 de Agosto de 2014 06:40

Siembra petrolera
La frase “sembrar el petróleo” es de Alberto Adriani, que luego Arturo Úslar Pietri popularizó en numerosos trabajos sobre esa idea
Como todos los planes del chavomadurismo, ninguno se culmina, se quedan en puras promesas, tal como sucedió con el Plan Siembra Petrolera, lanzado en 2005 por Pdvsa con una meta de producción de 5 millones de barriles diarios; en la actualidad, apenas llegan a 2 millones 900 mil. Todos los restantes países de la Opep aumentaron hasta alcanzar sus metas.
El economista José Guerra, en el diario Tal Cual del 20 de agosto, en entrevista titulada “Pobre Pdvsa”, escribe: “No es una crisis cualquiera la que agobia a Pdvsa, sino más bien la de una gestión que la hizo presa del nepotismo, la corrupción y una ineficiencia nunca vista, todo ello en el marco de una política que la puso al servicio de un proyecto político fracasado y como caja chica del Psuv. Paga ahora Venezuela los efectos del mal manejo de esa compañía”.
Como se sabe, la frase “sembrar el petróleo” es de Alberto Adriani, que luego Arturo Úslar Pietri popularizó en numerosos trabajos sobre esa idea. Estamos hablando de 1936, cuando Adriani fue ministro, luego moriría prematuramente. Han transcurrido 78 años. La industria fue nacionalizada en 1976 y se constituyó Pdvsa, que se transformó en una empresa de excelencia llegando a ocupar el tercer lugar en el ranking de las empresas de su categoría.
Luego de haber botado en 2004 a 20 mil gerentes, técnicos y trabajadores especializados, la situación desmejoró y actualmente es tan deplorable que hoy Pdvsa pasó del tercero al decimotercer lugar. Peor no puede ser la situación. A eso agregamos que el ranking mide exploración, producción, refinación, comercialización y endeudamiento. Pdvsa abandonó todo eso que era su misión como empresa y está endeudada hasta niveles desconocidos.
Cuando Adriani y Úslar hablaron de sembrar el petróleo, se referían a diversificar la economía. No se referían a destruir la compañía, sino emplearla como palanca para el desarrollo de otras industrias.
Como nunca antes, hemos pasado a ser dependientes del petróleo. Superar esta situación implica cambiar de gobierno y de régimen y establecer en lo inmediato un gobierno de transición que convoque a elecciones libres, que reflejen la verdadera voluntad de los venezolanos acorde con la situación política actual. Esa voluntad no es otra que vivir en un régimen democrático de libertades. Todo depende de la unidad más amplia y de que la dirección política comprenda esta elemental verdad.
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altComo todos los planes del chavomadurismo, ninguno se culmina, se quedan en puras promesas, tal como sucedió con el Plan Siembra Petrolera, lanzado en 2005 por Pdvsa con una meta de producción

 de 5 millones de barriles diarios; en la actualidad, apenas llegan a 2 millones 900 mil. Todos los restantes países de la Opep aumentaron hasta alcanzar sus metas.

El economista José Guerra, en el diario Tal Cual del 20 de agosto, en entrevista titulada “Pobre Pdvsa”, escribe: “No es una crisis cualquiera la que agobia a Pdvsa, sino más bien la de una gestión que la hizo presa del nepotismo, la corrupción y una ineficiencia nunca vista, todo ello en el marco de una política que la puso al servicio de un proyecto político fracasado y como caja chica del Psuv. Paga ahora Venezuela los efectos del mal manejo de esa compañía”.

Como se sabe, la frase “sembrar el petróleo” es de Alberto Adriani, que luego Arturo Úslar Pietri popularizó en numerosos trabajos sobre esa idea. Estamos hablando de 1936, cuando Adriani fue ministro, luego moriría prematuramente. Han transcurrido 78 años. La industria fue nacionalizada en 1976 y se constituyó Pdvsa, que se transformó en una empresa de excelencia llegando a ocupar el tercer lugar en el ranking de las empresas de su categoría. 

Luego de haber botado en 2004 a 20 mil gerentes, técnicos y trabajadores especializados, la situación desmejoró y actualmente es tan deplorable que hoy Pdvsa pasó del tercero al decimotercer lugar. Peor no puede ser la situación. A eso agregamos que el ranking mide exploración, producción, refinación, comercialización y endeudamiento. Pdvsa abandonó todo eso que era su misión como empresa y está endeudada hasta niveles desconocidos. 

Cuando Adriani y Úslar hablaron de sembrar el petróleo, se referían a diversificar la economía. No se referían a destruir la compañía, sino emplearla como palanca para el desarrollo de otras industrias.

Como nunca antes, hemos pasado a ser dependientes del petróleo. Superar esta situación implica cambiar de gobierno y de régimen y establecer en lo inmediato un gobierno de transición que convoque a elecciones libres, que reflejen la verdadera voluntad de los venezolanos acorde con la situación política actual. Esa voluntad no es otra que vivir en un régimen democrático de libertades. Todo depende de la unidad más amplia y de que la dirección política comprenda esta elemental verdad.

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