Lo absurdo como realidad
Escrito por Douglas C. Ramírez Vera   
Lunes, 19 de Diciembre de 2016 00:00

altLo más aterrador del absurdo es que este posea su propia lógica. En matemáticas se llaman demostraciones 

absurdas aquellas que conducen a una solución sin sentido, como la demostración que 2 es igual a 1. Todas estas demostraciones absurdas, se sustentan en que una parte del proceso se introduce una falacia. Sin la introducción de esa falacia, no es posible llegar a esa demostración que contradice la razón.

El Gobierno presenta el 7 de diciembre de 2016 “la ampliación del cono monetario” con los nuevos billetes, decretando la muerte del “bolívar fuerte” el cual había nacido muy débil. El proceso de reconversión monetaria, del llamado “bolívar fuerte”, que dividía por 1000 los bolívares “viejos”, se inició el 6 de marzo del 2007 y se introduce los nuevos billetes el 1ero de enero del 2008. Durante el 2008 y el 2011 circulan ambos billetes, los bolívares “viejos” con los “bolívares fuertes”, proceso que culmina definitivamente el 1ero de enero del 2012.

En mayo del 2015 el tipo de cambio en la frontera supera los 400 bolívares por dólar cuando el precio oficial (o artificial) del gobierno era de 6,30 bolívares por dólar. La respuesta del gobierno fue de dos tipos: una de ignorar tratando de bloquear las páginas que anuncia la información, la otra de acusar de una conspiración internacional. Los economistas venezolanos señalan en ese momento que el problema se encuentra en un exceso de crecimiento de la oferta monetaria por encima de las necesidades de liquidez y de producción de la economía venezolana. Hay que recordar que el año 2014 la economía venezolana cierra con una caída del producto y una inflación de casi un 70%.

Comparado con este proceso, más ordenado y menos doloroso. El domingo 11 de diciembre, previo a un lunes bancario, el presidente Maduro anuncia que en un plazo de 72 horas deben ser sacados de la circulación los billetes de 100 bolívares y acusa de una conspiración galáctica contra el bolívar fuerte, razón por la cual ordena cerrar las fronteras. Previamente, desde el inicio del año, los economistas como  José Guerra (entre otros) habían señalado la necesidad de un cambio del cono monetario, debido a la inflación y dado los costos de producción de los billetes de alta denominación, que en términos del dólar de frontera o del índice de cobertura monetario (liquidez sobre reservas), era muy superior a lo que el gobierno gastaba en los componentes importados para ensamblar el papel moneda en Venezuela. Esta misma sugerencia y otras para enfrentar la crisis del país son argumentadas y presentadas también por el equipo técnico del BCV. Uno de los puntos críticos que señala el equipo técnico del BCV es el hueco que les produce el financiamiento de PDVSA. El presidente siempre le responde con: “hablen con el español”. El español Serrano les respondía solo con una frase “guerra económica”.

Luego del anuncio del 11 de diciembre, el gobierno, recula y anuncia una prórroga de 10 días para la sustitución monetaria y anuncia la continuación del cierre de la frontera. Pero señala que serán cambiados en la sede del BCV en Caracas. El último anuncio llega el sábado 17 de diciembre del 2016 cuando amplia la vigencia del billete de 100 bolívares hasta el 2 de enero del 2017. Luego de varios días de disturbios y saqueos en varios estados del país por la salida de circulación de casi el 50% del efectivo. Además del paso forzoso que hicieron las mujeres en la frontera colombo-venezolana tachirense para comprar comida en Colombia, ante la imposibilidad de la guardia de poder contenerlas, solo pudieron mirar, impasible al bravo pueblo femenino que han mostrado más gónadas que los militares del país.

Lo paradójico es que el Presidente Maduro acusa de un acaparamiento de billetes de 100 del otro lado de la frontera. ¿Pero qué sentido tiene para el colombiano acaparar algo que pierde su valor cada día? En economía se acumula lo que aumenta de valor. El colombiano como respuesta envía por las redes la quema de montículos de billetes de 100.

El gobierno anunció que el 15 de diciembre de 2016 entrarían en circulación los billetes nuevos pero esto no ocurrió, acusando —para no perder la costumbre— “de un sabotaje internacional” para que los nuevos billetes no lleguen. Fue el sábado 18 a las 2 de la madrugada que llegaron 900 toneladas de billetes y monedas en 20 contenedores con destino a la casa de la moneda en Maracay para luego ser distribuido a las instituciones bancarias del país en el transcurso de las próximas semanas.

Estos hechos pueden tener varias lecturas. La primera y más obvia sería decir: ¡se volvieron locos! La segunda es que al gobierno chavista le ha encantado fregarle la navidad al venezolano. La tercera sería decir que es un pote de humo frente a la eliminación del revocatorio, al juicio político de Maduro, la violación de la constitución por parte del TSJ, la suspensión de Venezuela de MERCOSUR por no suscribir el protocolo de los derechos humanos y pare usted de contar. La otra opción sería buscar una racionalidad a este caos.

En macroeconomía el control de la demanda agregada se puede hacer a través de instrumentos monetarios o fiscales o reales. El gobierno podría reducir su gasto fiscal y reducir su déficit pero este no es el caso de Venezuela. El presupuesto aprobado ilegalmente por el TSJ para el 2017, multiplica por más de 5 veces el gasto nominal del gobierno. La reducción real es contraer la inversión y el consumo pero ya estos se encuentran en niveles críticos en la economía nacional. Le queda la vía monetaria y para ello debe recurrir al banco central.

En una economía normal cuando hay un exceso de circulante la autoridad monetaria autónoma puede tomar varias acciones para que este circulante no tenga efectos inflacionarios en la economía. La primera es preventiva, no financia los déficits monetarios, con emisión de dinero orgánico, cumpliendo el objetivo de todo banco central que es preservar el valor del dinero tanto en lo interno, manteniendo una baja inflación, como en lo externo, manteniendo un tipo de cambio competitivo.

En el caso que el banco central ya haya financiado el déficit por emisión monetaria, como ha sido el caso de Venezuela. El objetivo es recoger el exceso por dos vías una es a través de los agregado monetarios. Subiendo el encaje legal, colocando papeles monetarios realizando operaciones de mercado abierto. La otra es subir la tasa de interés nominal y tener una tasa de interés real positiva. Esta última es descartada en el caso de Venezuela con una inflación esperada de más del 700% para el 2016. Por lo tanto quedan los instrumentos de encaje y de operaciones de mercado abierto. El encaje tiene límites legales (aun cuando el gobierno no ha tenido asco en violar las leyes amparado por el TSJ) y no puede exigir un encaje del 50% del total ya que eso estrangularía aún más el sistema económico.

Quedan las operaciones de mercado abierto que hoy resultan muy costosas para Venezuela ya que tendría que pagar una rentabilidad atractiva en papeles nominados en dólares al tipo de cambio oficial. Pero a Venezuela se le pide una tasa muy alta de retorno (alrededor de un 30%, además de un descuento significativo en el precio de los bonos), adicionalmente tiene fuertes restricciones crediticias por su pésima clasificación, producto de sus terribles e inadecuadas políticas económicas, lo cual le impide conseguir financiamiento internacional sin colaterales. Prueba de ello se encuentra en el intento frustrante de la sustitución de bonos PDVSA 2017 a PDVSA 2020, aun poniendo de colateral a la refinería Citgo, filial de PDVSA en los Estados Unidos.

Ante tales costos financieros y políticos por  cualquier vía normal, el gobierno ha optado por la vía del forajido. No sólo han expropiado a través del deterioro de la capacidad de compra por medio del impuesto inflación, sino robando a los poseedores de billetes de 100 bolívares, ya sean residentes o no residentes, que han adquirido por vía legal a través esfuerzo y del comercio fronterizo esa moneda. ¿Será que el gobierno sabe que los poseedores mayoritarios de esos billetes de 100, los han adquirido por vías non santa? ¿Sabrá el gobierno acaso, que las operaciones fraudulentas como el contrabando, el narcotráfico y otras operaciones de ese tipo en las que se encuentran involucrados civiles y militares del gobierno son las que explican la mayor concentración de billetes de 100?

Lo terrible es que estas acciones son un intento contradictorio de buscar medidas para reducir el impacto inflacionario de la dislocada emisión monetaria a la que han sometido al país, cuando el incremento monetario, para el financiamiento del déficit fiscal, no ha tenido barreras por parte del BCV. Por otro lado, el intento de detener el drenaje de divisas a la que acceden los acólitos, civiles y militares, del gobierno de Maduro. Han desesperado al gobierno que no encuentra, como detener la hemorragia de divisas y de cómo lavar su cara en el escenario internacional. Después del incumplimiento de los acuerdos en la mesa de dialogo que en carta del Vaticano se le enrostra, al gobierno impedir la ayuda humanitaria y dar cumplimiento de la constitución respetando a la Asamblea Nacional. Además del pobre papel de la canciller venezolana quien llego como arrocera (a la reunión del MERCOSUR) a una fiesta a la que no estaba invitada y adicionalmente con compañía.

La influencia de los socios-listos (civiles y militares) del gobierno, quienes se han visto afectados negativamente por las medidas desesperadas de Maduro, en parte explica el recular de las medidas. El gobierno sigue enfatizando los errores, sin ningún acierto. Lo triste es que todos estos eventos siguen empañando los diciembres venezolanos. Los errores del gobierno los sigue pagando el ciudadano.


alt

Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla  


blog comments powered by Disqus
 
OpinionyNoticias.com no se hace responsable por las aseveraciones que realicen nuestros columnistas en los artículos de opinión.
Estos conceptos son de la exclusiva responsabilidad del autor.


Videos



Banner
opiniónynoticias.com