La discreta mantuanidad |
Escrito por Juan Guerrero | X: @camilodeasis |
Sábado, 08 de Octubre de 2016 05:49 |
Mantuano es, según mi maestro Ángel Rosenblat, palabra que aparece hacia 1752, en documentos legales en pleitos de tierras El mantuano solo acepta por encima de él a Dios, y eso porque está lejos. Camilo de Asís -Los chilenos y venezolanos tenemos algo en común, me indicó. Curioso de su afirmación, me sonreí esperando su argumentación. –Es que ambas sociedades, cuando éramos apenas solitarias capitanías generales, nadie nos tomaba en cuenta. Y por ello tuvimos que fabricar nuestras propias clases sociales. -Allá en Venezuela se les llama mantuanos mientras que nosotros les decimos pelucones. Gente que desde hace siglos sigue metida entre nosotros como fantasmas que de vez en cuando saltan para atormentarnos. Y esto ha de ser verdad porque también en el altiplano andino existen los llamados cachacos, godos y en general, la godarria de siempre. Mantuano es, según mi maestro Ángel Rosenblat, palabra que aparece hacia 1752, en documentos legales en pleitos de tierras. El término alude a quienes, como blancos criollos, vienen a ser herederos de los antiguos conquistadores, a quienes el imperio español, en compensación por sus esfuerzos en las Indias, cedieron tierras y esclavos como pago por ayudar a los reyes. Pero estos nuevos ricos que heredaron bienes, tierras y todo lo que estaba sobre ellas, incluyendo bestias y hombres, con el pasar de los siglos, fueron dibujando un modo de ser que se convirtió en modelo para el resto de las castas, como fueron los blancos de orilla, pardos, negros e indios. No así sus pares, los blancos peninsulares, administradores de la política imperial. La inalterable jerarquía social establecida y practicada por siglos, donde Dios depositaba su sabiduría, orden y control en el rey, y este a su vez la delegaba en su nobleza, iba descendiendo hasta los extremos de un imperio donde el sol nunca se ocultaba. De esa jerarquía supieron, conocieron, se adueñaron y practicaron los blancos criollos, llamados mantuanos. Esto, porque entre sus símbolos de poder, como el bastón y las pelucas (pelucones), también poseían capas (hombres) y mantas (mujeres). Únicos que tenían derecho a poseerlos y exhibirlos, so pena en quienes las usurparan de castigo severo. Esta manera de ser y de parecer, fue categorizando una actitud que con el tiempo se hizo de valores y principios, tan fuerte en su modelaje como casta, que formó una élite egoísta, arrogante y prepotente. Formas decadentes de la sociedad feudal europea. Sobre esto me acuerdo de mi vida en Venecia donde pasé cierta temporada de estudios. Entre los parroquianos se decía que los venecianos de alcurnia solo salen de noche, y es cuando visitan al teatro La Fenice para ver alguna obra de Pirandello. Allí fui a verlos. Los observé. Altos, refinadísimos hasta para despedirse. Del resto, jamás te miran directamente a los ojos. Solo hablan entre ellos mientras lanzan sus cansadas y bien practicadas sonrisas que salen de unos blanquísimos rostros. Así supongo que eran estos mantuanos de nuestros primeros siglos en la Capitanía de Venezuela. Pero más que ser personas que poseían inmensas fortunas y bienes, tenían algo más poderoso. Esto, sin duda alguna ha sido la capacidad para transmitirse de una generación a otra, además de sus bienes, la práctica de sus valores y principios, en una tradición que es, nos guste o no, parte esencial de nuestra cultura nacional. Y nos agrade o no, a ellos les debemos gran parte de nuestra emancipación. Véase el linaje de nuestros prohombres, como Rafael Urdaneta, José Félix Ribas y el resto de nobles venezolanos, entre condes, marqueses y demás hijosdalgo, con escudo familiar de piedra en el frente de sus haciendas y casonas. No creo exagerar al indicar que es propicio ensayar la idea para establecer un sistema de pensamiento, no ya latinoamericano, pero sí nacional, al menos, que permita desarrollar al mantuanismo como ideología y práctica política en una dimensión más amplia, categorizarla y conceptualizarla, a la luz de tanto pensamiento extranjero, trasnochado y hasta de mal gusto, como socialismo, comunismo, progresismo, populismo y totalitarismo. El mantuanismo ha trascendido hasta el umbral de este siglo XXI, con sus ocultos trazos, más que todo, en negativo. Habría que mostrarlo ahora, renovado, en otras facetas más actualizadas y cercanas a nuestras necesidades de pensamiento como doctrina de vida. Ya en el pasado reciente han surgido pensadores quienes se atrevieron a indagar, aunque tímidamente, sobre este asunto, como Briceño Guerrero y su Laberinto de los tres minotauros. O Luis Castro Leiva y su visión descarnada del bolivarianismo, o Francismo Herrera Luque con Los amos del valle, en referencia a las familias de mantuanos que dominaron en la antigüedad el valle de Caracas y sus alrededores. Quien desarrolle esta idea como sistema de pensamiento filosófico, ideológico y político tendrá de seguro un puesto, no tanto en el panteón nacional como en el alma del venezolano de siempre.
Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
| IG @camilodeasis1 |
Charla con Camila Curiel: “Branding para creativos”El miércoles 24 de abril, a las 12.30 pm. será el próximo Conversatorio Simbold en el ICD con Camila Curiel, quien abordará el tema: “Branding para creativos. Encuentra tu norte”. |
Walt Disney Studios revela novedades en la Cinemacon 2024Walt Disney Studios deslumbró a los asistentes de la Convención CinemaCon® 2024 en Las Vegas. |
Una SVU de vanguardia: la C35 Plus de ChanganChangan Auto nos invitó al lanzamiento, en el complejo industrial Yarapark, en Yaritagua, de su nueva SVU, la C35 Plus, pero no solo eso, nos permitió manejarla |
Tres conciertos ofrece El Sistema este fin de semanaEl Sistema presenta un magnífico abanico de opciones con ejecuciones inigualables para el disfrute del público que esta semana incluye |
Unimet y Fundación Venemergencia crean materia "Auxilio Médico Integral"El Departamento de Desarrollo Integral de la Facultad de Humanidades de la Universidad Metropolitana y la Fundación Venemergencia suman esfuerzos para mejorar el acceso a la salud en Venezuela |
¿Pasó el tiempo de María Corina Machado?La importancia de María Corina Machado es supra electoral, lo hemos ratificado incesantemente. |
GuillotinaSegún se esperaba, el tiempo político en Venezuela opera hoy como una guillotina. |
Las dos anclas de la vidaEl sentido de la vida es un asunto sobre el cual hay que trabajar. |
Del fascismo y la academiaA este marxismo del siglo XXI venezolano le ha faltado discusión, por lo menos, en los términos que merecía |
Dos cosasSí, son dos cosas imprescindibles que urge atender en estos turbulentos tiempos. |
Siganos en